La
fiscalía argentina imputó este jueves a
una persona por abandono de persona seguido de muerte y a
otras dos por suministro de estupefacientes, en la causa que investiga la muerte del cantante británico
Liam Payne, fallecido el pasado 16 de octubre tras caer del tercer piso de un hotel en Buenos Aires.
"En el marco de la investigación por la muerte del músico británico Liam James Payne, ocurrida el 16 de octubre cuando cayó de un balcón en un hotel del barrio porteño de Palermo,
se descubrieron conductas ilícitas a partir de las cuales tres personas fueron imputadas por los delitos de abandono de persona seguido de muerte, suministro y facilitación de estupefacientes", informó hoy la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14.
Una de ellas es la
persona que acompañaba cotidianamente a Payne durante su estadía en Buenos Aires, a quien se lo imputa por abandono de persona seguido de muerte (un delito que prevé penas de 5 a 15 años) y por suministro de estupefacientes, señala el texto.
El segundo imputado es un
empleado del hotel que, según la fiscalía, "debe responder por dos suministros comprobados de cocaína a Liam Payne en el período en que se encontraba en el hotel". En tanto, el tercero es
otro proveedor de estupefacientes que está "imputado de otros dos suministros claramente comprobados durante dos momentos diferentes del 14 de octubre".
Asimismo, la fiscalía indicó en un comunicado que "los resultados de los estudios toxicológicos -ya comunicados a su familia- revelaron que, en los momentos previos a su muerte y en el lapso de al menos sus últimas 72 horas,
Payne solo presentaba en su cuerpo rastros de un policonsumo de alcohol, cocaína y un antidepresivo recetado".
La fiscalía informó que las lesiones que presentaba Payne eran compatibles con las producidas por caída en altura y que se descartaban las autolesivas, así como también "la intervención física de terceras personas".
"Payne no estaba plenamente consciente o atravesaba un estado de disminución notoria o abolición de la conciencia al momento de la caída", añadió. "En el estado en el que atravesaba, no sabía lo que hacía ni podía entenderlo", enfatizó.
La fiscalía analizó testimonios, videofilmaciones, mensajería, documentos, facturas, redes sociales y comunicaciones, y acreditó al menos cuatro suministros de estupefacientes de terceros entre el 13 y el 16 de octubre, cuando ocurrió la tragedia.
El fiscal Andrés Madrea consideró que "más allá de la contundencia probatoria que se logró hasta el momento (...) se debe continuar la investigación" y destacó que "aún está en curso el desbloqueo del netbook personal de la víctima -que está averiado- y otros aparatos incautados".