Ciudadanos estadounidenses mayores de 18 años y que cumplan requisitos de residencia.
La votación es organizada por cada estado, que puede poner sus propias normas extra.
Los plazos de inscripción para votar varían por estado: terminan desde 30 días antes de la elección hasta el mismo día.
Votos impresos marcados manualmente.
La mayoría de los estados usa un conteo con sistemas de lectura óptica.
Cada localidad diseña su propia papeleta, sin que haya formatos nacionales.
La única exigencia federal es que estén en varios idiomas.
Máquinas donde los electores marcan su voto.
Los administradores electorales de cada estado eligen la máquina.
Idealmente pensado para quienes iban a estar ausentes el día de la elección.
Luego fue ampliado por varios estados a una votación con hasta 3 semanas de antelación.
Algunos estados envían papeletas al domicilio de los votantes, otros usan máquinas.
Todos los votos -anticipados o no- son contados el día de la elección, después que se cierran las mesas.
Siete estados que tienen voto anticipado (Wisconsin, Minnesota, Michigan, Pensilvania, Nueva York, Connecticut y Mississippi) dan la opción de “retractarse”, permitiendo votar de nuevo. Sólo el último voto emitido cuenta.
Cada estado traduce los votos populares en electores, que conforman el Colegio Electoral.
Los estados tienen un número de delegados proporcional a la cantidad de parlamentarios que tienen (senadores y representantes).
Todos los estados salvo dos entregan el total de sus votos electorales al candidato ganador en la zona. Maine y Nebraska son las excepciones: entregan 2 delegados al ganador y luego cada distrito entrega uno a quien triunfe ahí.
El Colegio Electoral nunca se reúne físicamente. El lunes después del segundo miércoles de diciembre, los representantes de cada estado se reúnen con el parlamento estatal y emiten oficialmente su voto.
Si bien en teoría un delegado podría “traicionar” el voto popular, esto nunca ha ocurrido.
Los votos son enviados al Senado, que los cuenta en una sesión el 6 de enero.
Sí. El presidente es elegido en base al número de electores, no a la cantidad de votos.
La Cámara de Representantes elige al presidente, donde cada delegación estatal tiene un voto.