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Desde "el mejor economista " a un "impresentable": Domingo Cavallo, el padre del "corralito" que desató la ira de Milei

El exministro era admirado por el actual Presidente trasandino. Sin embargo, sus reparos a algunas políticas económicas del libertario generaron que se le pidiera la renuncia a la hija del economista, quien ejercía como embajadora argentina de la OEA.

11 de Febrero de 2025 | 15:33 | Por Pablo San Martín, Emol
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La Nación, Argentina
Ayer el presidente de Argentina, Javier Milei, destituyó a la embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Sonia Cavallo, hija del exministro de Economía de ese país, Domingo Cavallo.

La destitución ha sido vista por vastos sectores como una represalia de Milei por las críticas que el exsecretario de Estado -que desempeñó su cargo durante el gobierno de Carlos Menem y Fernando de la Rúa-, quien apuntó contra algunas de las medidas económicas el Ejecutivo. Incluso hay medios al otro lado de la cordillera que hablan de la "ejecución" de la diplomática.

Cavallo era admirado por Milei. El mandatario trasandino lo calificó incluso como "el mejor economista de la historia argentina" en 2023. Es que el presidente siempre ha mostrado simpatía por lo que se hizo durante los gobiernos de Menem. Sin embargo, ahora para el presidente de Argentina Cavallo es un "impresentable".

Pero lo últimos juicios del exministro no fueron tolerados en la Casa Rosada. En concreto, la otrora autoridad sugirió que el levantamiento del cepo al dólar no se podría realizar ni con el desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sembró dudas sobre una de las metas que se trazó Milei.

Tras ello -y luego de una batahola por las declaraciones- el vocero de gobierno, Manuel Adorni, anunció en X: "Por decisión del Presidente de la Nación Sonia Cavallo deja de ser la embajadora argentina ante la OEA. Fin"

Quién es Domingo Cavallo


Domingo Cavallo es una de las figuras destacadas de la política argentina de las últimas décadas y, por lo mismo, una voz que sigue influyendo en el debate de ese país.

Doctor en Economía por la Universidad Nacional de Córdoba y Harvard, Cavallo comenzó a coger mayor notoriedad en la década de los 80, cuando asumió por un brevísimo periodo como presidente del Banco Central Argentino, en 1982.

En 1987 entró de lleno a la política, al ser electo diputado en 1987. Poco después, en el primer gobierno de Carlos Menem, se convirtió en ministro de Relaciones Exteriores para posteriormente llegar al ministerio de Economía.

En ese puesto -que ocupó desde 1991 a 1996- impulsó una serie de privatizaciones; puso en marcha la convertibilidad, que fijo paridad entre el peso argentino y el dólar; y con ello logró combatir con éxito la inflación. Este es precisamente el hito por el que es más recordado.


Es que a comienzos de los 90 la inflación en Argentina era galopante y superaba el 2.000%. En ese contexto, Cavallo impulso la Ley de Convertibilidad, que imponía la paridad entre las monedas. Con esto, logró que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) llegara a 0%.

Por pugnas internas, y críticas del propio Cavallo al gobierno Argentino, Menem terminó sacando del Gobierno a su ministro de Economía, quien en 1999 decidió correr por la presidencia, sin tener éxito y logrando solo el 10% de los votos.

Pero el ministerio de Economía volvería a albergar a Cavallo en sus despachos. Es que este volvió en 2001, cuando gobernaba Fernando de la Rúa. "El padre de la convertibilidad" dejaría de ser recordado solo por eso. Y su nombre pasaría a ser sinónimo de "Corralito".

Esta medida, que limitó la extracción de depóstios bancarios y prohibió transferencias de dinero hacia otros países generó una grave crisis social, que terminó con protestas, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y la policía.

Todo terminaría con la renuncia del presidente De la Rúa -saliendo de la Casa Rosada en helicóptero- y un ciclo político en el que asumirían cuatro presidentes en dos semanas.

En 2021 Cavallo habló con El País de España y señaló que el colapso de esos días se debió a grupos desestabilizadores que quisieron "licuar sus deudas en dólares". Agregó, también, que "la gente pensó que con el corralito le sacábamos sus ahorros, pero no fue así".
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