SANTIAGO.- El huracán de la operación Lava Jato, que investiga el grave escándalo de corrupción en torno a la empresa petrolera Petrobras, sigue arrasando con los partidos políticos del país. Esta vez, en su centro está el Presidente Michel Temer, que fue salpicado por la delación de uno de los principales implicados en la trama.
Según la información revelada por la cadena brasileña O'Globo, el Mandatario fue grabado por uno de los dueños del gigante cárnico JBS, Joesley Batista, avalando el pago de sobornos al ex jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, actualmente en la cárcel por corrupción.
Sin embargo, esta no es primera vez que el jefe de Estado -que asumió el 12 de mayo de 2016 tras la suspensión y posterior destitución de Dilma Rousseff- se ve implicado en la red de transacciones ilícitas.
Vínculo con Transpetro
La primera acusación en su contra la realizó Sergio Machado, el ex presidente de la empresa Transpetro, una subsidiaria de la petrolera estatal implicada en el caso de corrupción.
El 15 de junio del año pasado, en el marco de su acuerdo de cooperación judicial, se conoció que el ex ejecutivo acusaba a Temer de haber solicitado recursos para financiar irregularmente las campañas políticas de su partido, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), en 2012.
Machado describe que el actual jefe de Gobierno le solicitó ayuda mientras era vicepresidente del país en el Gobierno de Rousseff y mientras era el presidente de la formación. Incluso, detalló que los recursos habrían sido para la campaña de un candidato a la alcaldía de Sao Paulo, y que al final se acordó que la empresa aportaría 1,5 millones de reales (hoy unos 478.500 dólares aproximadamente).
Temer salió al paso y descartó cualquier vínculo con lo relatado por Machado, asegurando que la declaración del ex ejecutivo "no es veraz".
Elecciones ilegítimas
Desde el 04 de abril pasado, Temer enfrenta un juicio ante el Tribunal Superior Electoral (TSE). Ello, debido a una denuncia del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) -antes oposición al Gobierno de Roussef y hoy aliado cercano del Ejecutivo de Temer- que aseguró que las elecciones de 2014 fueron ilegítimas.
En aquellos comicios, Temer fue reelecto como vicepresidente de Brasil junto al liderazgo de Dilma Rousseff. Según acusó el PSDB, la fórmula ganadora habría utilizado dineros desviados de Petrobras para financiar su campaña y, además, se habría aprovechado de los recursos estatales, como espacios de publicidad, para su beneficio. Todo ello constituiría "abuso de poder económico, político y fraude".
El juicio, que podría terminar con la inhabilitación del actual jefe de Estado, fue suspendido el mes pasado para la presentación de nuevos testigos, pero debería reanudarse el próximo 6 de junio.
Caso Odebrecht
Uno de las últimas veces en que su nombre salió entre las investigaciones de la operación Lava Jato, fue con la delación de una serie de ex ejecutivos del conglomerado de empresas Odebrecht, que habría realizado aportes ilegales y sobornos en diversos países de América Latina.
Entre las declaraciones, realizadas a cambio de rebajas de penas, Marcio Faria da Silva, ex presidente de Odebrecht Ingeniería Industrial, afirmó que Temer encabezó una reunión en la que el PMDB, le pidió a la empresa 40 millones de dólares en concepto de comisión ilegal por un contrato con Petrobras, en 2010.
"Me impresioné con la naturalidad con la que ellos pedían dinero, el 3% del contrato con Petrobras (…) Estaba claro que era coima, que no era un pedido de contribución de campaña, porque hablábamos sobre el porcentaje referente a un contrato", dijo.
Tras la divulgación, Temer admitió que se había reunido con ejecutivos de Odebrecht, pero tildó de "mentira absoluta" la acusación sobre que haya pedido dinero a los representantes de la empresa. Afirmó que fue llevado a la cita por el ex diputado Cunha para una conversación "superficial", y que las delaciones que lo involucran en la red de corrupción son "fantasiosas".
Por ley, el Mandatario no puede ser indagado por aquellos hechos cometidos antes de su gestión. Esta semana se anunció que la Corte Suprema evaluará una solicitud de reducción de su inmunidad para que sea parte de los formalizados. Pero además, podría ser indagado por las acusaciones reveladas este miércoles, las que sí habrían ocurrido durante su mandato como Presidente de Brasil.