NUEVA YORK.- Naciones Unidas inició una investigación especial sobre el ataque que mató a 15 cascos azules y dejó otros 43 heridos el 7 de diciembre de 2017 pasado en la República Democrática del Congo.
El ataque, ocurrido en la provincia de Kivu del Norte, es uno de los peores que sufre la misión de paz en este país. Todas las víctimas mortales eran de Tanzania.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, nombró al frente de la investigación al ruso Dmitri Titov, que ya trabajó en la fuerza de paz de la organización.
Entre sus tareas también estará analizar otros ataques sufridos por los cascos azules en la misma zona del país, según un comunicado.
La ONU sostiene que la emboscada fue perpetrada por los rebeldes musulmanes ugandeses ADF, uno de los grupos armados que operan en la región de Kivu del Norte.
La institución desplegó en 1999 su misión MONUSCO (por sus siglas en inglés) en la República Democrática del Congo.
El este del país lleva tiempo sufriendo los estragos de la violencia, pero los choques entre el gobierno y las milicias se intensificaron el año pasado, al igual que los enfrentamientos entre etnias.
La situación política también ha contribuido a la inestabilidad.
El mandato de Joseph Kabila, en el poder desde 2001, terminaba en diciembre de 2016. La Constitución le prohíbe volver a presentarse, pero le autoriza a permanecer en el cargo hasta tener sucesor.
Gobierno y oposición, respaldados por la Iglesia católica, pactaron celebrar elecciones antes de finalizar 2017, pero la cita fue postergada a diciembre de 2018, alentando los temores de que Kabila busque extender su control.