SAO PAULO.- El izquierdista
Fernando Haddad, derrotado este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, pidió defender las instituciones democráticas del país tras el triunfo electoral del derechista Jair Bolsonaro.
"Vivimos un periodo en el que las instituciones son colocadas a prueba en todo instante", dijo el abanderado del Partido de los Trabajadores (PT) en una breve comparecencia en Sao Paulo, en la que reconoció tácitamente su derrota, pero evitó felicitar a Bolsonaro.
"Tenemos una tarea enorme en el país, que es, en nombre de la democracia,
defender el pensamiento, las libertades de los 45 millones de brasileños que votaron por nosotros. Tenemos la responsabilidad de hacer una oposición colocando los intereses nacionales por encima de todo", agregó el político de 55 años.
En este sentido, le pidió a sus seguidores que "no tengan miedo", agregando que "nosotros estaremos ahí".
Jair Bolsonaro fue elegido este domingo presidente para el periodo 2019-2022 con el 55,16% de los votos válidos, impulsado por el enfado de millones de brasileños tras varios años de escándalos de corrupción, crisis económica y una creciente ola de violencia.
Pese a su alta popularidad por su agresivo discurso "antisistema", muchos brasileños ven por otro lado a Bolsonaro, un ex militar de 63 años, como una amenaza para la joven democracia brasileña debido a sus elogios a la última dictadura militar (1964-1985) y por sus insultos a negros, mujeres y homosexuales.
El PT perdió hoy su primera elección en 20 años, después de haber ganado las últimas cuatro y haber gobernado durante 13 de los últimos 16 años. El partido del carismático ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva está implicado en varios de los escándalos de corrupción de los últimos años.
Lula, celebrado por haber sacado a millones de personas de la pobreza durante sus dos mandatos (2003-2010), cumple hoy una pena de cárcel de 12 años por cargos de corrupción. Haddad, ex alcalde de Sao Paulo, llegó a la segunda vuelta impulsado por la aún alta popularidad de Lula entre las clases más pobres, pero no pudo superar a Bolsonaro debido al rechazo que genera su partido entre millones de brasileños.