Diputado desde 2003, Lorenzoni, de 64 años, es considerado el cerebro de la campaña de Bolsonaro. Forma parte del partido de derecha Demócratas (DEM) y es reconocido por sus iniciativas anticorrupción.
En un gobierno de Bolsonaro, ocuparía el cargo de Jefe de la Casa Civil -una especie de jefe de gabinete- y sería el encargado de compensar la falta de experiencia en los entresijos de la política brasileña.
Bolsonaro confesó que no "entiende" de economía, pero que para eso estará Paulo Guedes, un economista de 69 años formado en el liberalismo de la Universidad de Chicago.
Guedes podría ser un "superministro" que tendría bajo su mando las carteras de Hacienda y Planificación, así como la secretaría de inversiones públicas. Su credo: privatizar para reducir la deuda pública.
El domingo por la noche, anunció su intención de "cambiar el modelo económico socialdemócrata" mediante un programa acelerado de privatizaciones y de control del gasto público, como receta para reactivar a un país que pasó por dos años de recesión y otros dos de débil crecimiento.
Augusto Heleno Ribeiro cuenta con la admiración de Bolsonaro. Este general fue su instructor en la escuela militar en los años 70 y sería su ministro de Defensa.
El oficial retirado, que se desempeñó como comandante en jefe de la Misión de la ONU en Haití (Minustah), pudo haber sido vicepresidente de Bolsonaro, pero el Partido Republicano Progresista, del que forma parte, rehusó la nominación.
Ex jefe del departamento de ingeniería y construcción del Ejército, el general Oswaldo Ferreira, de 64 años, es mencionado como posible ministro de Transportes. Fue el encargado de diseñar el programa presidencial de infraestructura y medioambiente.
En una reciente entrevista con O Estado de Sao Paulo, evocó con nostalgia la época en la que construía carreteras en la Amazonía, durante la dictadura militar (1964-85), y no había "ni fiscalía ni (la agencia ambiental) Ibama que estorbaran".
Es el presidente del PSL y se acercó a Bolsonaro cuando le mandó un correo hace algunos años para sumarse a la "batalla" contra la corrupción del Partido de los Trabajadores, siendo el artífice de la alianza entre el Mandatario electo y su formación.
Profesor de artes marciales, practica jiu jitsu, es religioso, contrario al aborto y la homosexualidad y rechaza el comunismo.
Ahora, asoma como posible ministro de Justicia tras desempeñarse como consejero de asuntos jurídicos de la campaña de Bolsonaro y encabezar las negociaciones de las candidaturas en los estados de Brasil.
Piloto de combate y astronauta, Marcos Pontes, de 55 años, fue el primer brasileño en viajar al espacio, en 2006, a bordo del cohete Soyuz, que lo llevó a la Estación Espacial Internacional (ISS), donde pasó una semana. Este héroe nacional podría asumir la cartera de Ciencia y Tecnología.
"Pocas personas pueden decir que arriesgan la vida por su país y yo lo hice, en cohetes como en aviones de combate", declaró en julio al diario Folha de Sao Paulo.