SANTIAGO.- El Presidente de Argentina,
Mauricio Macri, calificó como
"un día triste, frustrante" la suspensión de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors el fin de semana en Buenos Aires, luego de que un grupo de barristas del club local agrediera al bus donde se trasladaba el equipo "xeneize" el sábado.
Dos días después de los incidentes, y aún sin saber qué pasará con el partido, el Mandatario rompió el silencio y manifestó su tristeza tras lo ocurrido. "Fue un fin de semana triste y frustrante, porque trabajo hace muchos años para ayudar a poner a la Argentina en otro lugar que nos abra oportunidades de crecimiento y desarrollo, que nos permita asociarnos con el resto del mundo, porque de esa manera vamos a crecer. Pero lo que pasó este fin de semana no contribuyó en nada a todo este esfuerzo que estamos haciendo", sostuvo.
"¿Como puede ser que esas personas estén libres a las horas? ¡No lo entiendo! En nombre de todos los argentinos, no lo entiendo", agregó.
En este sentido, el gobernante endureció sus discurso y afirmó que "hay que persistir y rechazar a los violentos, a las mafias que muchas veces están detrás de este tipo de violencias", instante en el que le envió un mensaje a los dirigentes del fútbol: "Hay una parte de la dirigencia que apaña la violencia", recalcó.
Por otro lado, reconoció que el jefe de Gobierno de Buenos Aires. Horacio Rodríguez Larreta, es responsable de la seguridad en la ciudad, pero advirtió que "no puedo resignarme como Presidente que para organizar un espectáculo deportivo haya que militarizar la zona".
Tras Macri habló la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien hizo énfasis en el proyecto de ley que busca endurecer las penas para los miembros de barras bravas que cometan delitos, el cual se encuentra hace dos años en el Congreso y que ahora el oficialismo intentará reimpulsar.
La iniciativa, que se verá en sesiones extraordinarias, "tipifica como delitos penales y no como contravenciones todas las conductas violentas que se realizan durante un evento deportivo", explicó la ministra.
Del mismo modo, la funcionaria descartó un supuesto conflicto interno en la policía que habría contribuido a los hechos del sábado.
"No hubo ninguna interna policial, no hubo una zona liberada, solo hubo violentos", aseguró.
El Gobierno ha mostrado una gran preocupación sobre el tema de seguridad, sobre todo pensando en la cumbre de líderes del G20 que se celebrará este viernes y sábado en Buenos Aires, instancia donde está contemplada la presencia del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par ruso, Vladimir Putin, entre otras autoridades.
