SANTIAGO.- En el norte de Colombia se siembra una de las fuentes de esperanza para la crisis humanitaria que vive Venezuela. Es en esta zona donde se localiza la ciudad de Cúcuta, que ha sido escogida por su ubicación estratégica para recibir toda la ayuda internacional y así paliar la magra situación venezolana.
Esta ciudad cuenta con 750 mil habitantes, está constituida por diez comunas y limita con el estado venezolano de Táchira.
Es considerada como la principal vía de escape para miles de venezolanos, donde se calcula que entre 45 a 50 mil personas cruzan cada día y donde también se almacenan varias ONGs que ayudan con alimentos y medicamentos.
Pero la ayuda que se prestaba a recibir Venezuela puede verse truncada, luego de que militares leales al Presidente Nicolás Maduro bloquearan el puente Las Tienditas, uno de los tres que conectan a Cúcuta con el sur del país caribeño, en una nueva demostración del Mandatario que asegura que "no existe" una crisis humanitaria en su país y que aumenta el conflicto con la oposición y buena parte de la comunidad internacional.
Escape por el Simón Bolívar y por otras dos vías
Son tres las estructuras que permiten el tránsito entre la parte norte de Colombia con el sur de Venezuela. La más conocida es el puente internacional Simón Bolívar, que se suma al de Las Tienditas y el de Francisco de Paula Santander.
La estructura más famosa contiene 315 metros de largo y 7,3 de ancho, le debe su nombre a una de las figuras más importantes de la historia del país caribeño y es considerada como la ruta terrestre más transitada entre ambas naciones.
Es más, antes de que comenzara el masivo movimiento migratorio a partir de 2013, este punto de conexión resaltaba por sus fines económicos, ya que por allí avanzan las importaciones y exportaciones más importantes entre ambos países.
Pero hoy en día no es esto lo que lo caracteriza, sino que se alza como un escape para la crisis, en la que miles de venezolanos están inmersos. El camino es utilizado por muchos para residir en Colombia y otros la usan de tránsito para parar en otros destinos, como Ecuador, Perú y Chile.
El Simón Bolívar conecta las ciudades de Cúcuta y San Antonio del Táchira y solía ser usado por varios venezolanos para ir a comprar al país vecino, pero aquella es una práctica bastante lejana en la actualidad.
Actualmente se agrupan miles de personas en la noche para avanzar hacia Cúcuta desde las 06:00 de la mañana de Venezuela (08:00 hora en Chile) - momento en que se abren sus puertas- donde se conforma un importante flujo de gente que llega a provocar un caos.
Las personas pasan cruzando con sus maletas, otros buscando contrabandear alimentos, y esto ha llevado a la autoridad colombiana a tomar medidas para controlar el movimiento.
Clave para paliar la crisis humanitaria
De acuerdo al cálculo de diversos estamentos, de las más de 40 mil personas que pasan por esta frontera, un poco más de la mitad son venezolanas y el restante son residentes colombianos en Venezuela.
Pero las razones para llegar a Cúcuta no son sólo para escapar del país caribeño y de su crisis, sino que allí radica uno de los puntos de ayuda humanitaria más importantes que existe para paliar este problema, porque operan varias ONGs que cooperan con alimentos, ropas y medicamentos.
Es tal su importancia que el proclamado Presidente encargado venezolano, Juan Guaidó, anunció el lunes que la ayuda prometida por varios países que apoyan su causa entrará desde su frontera sur.
"Esta semana iniciamos la apertura del primer centro de acopio en Cúcuta. Para lograr el ingreso de la ayuda humanitaria", aseguró en su cuenta de Twitter.
Por ello, se estableció que toda ayuda sería trasladada a esta ciudad en avión y en camiones por la carretera, para ingresarlos al país caribeño. Uno de los primeros envíos fue el de Estados Unidos, que consistió en comida y energía.
Eso sí, lo que se esperaba como la gran ventana que se abría para combatir la crisis que viven millones de venezolanos puede verse truncada. Sólo queda esperar y ver de qué manera oficialismo y oposición pueden llegar a un consenso.
