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Sánchez convoca a elecciones: El difícil panorama del que podría ser el Presidente más breve de España

A ocho meses y medio de impulsar una moción de censura exitosa, que lo llevó al poder, el líder socialista se vio obligado a adelantar los comicios para el 28 de abril.

15 de Febrero de 2019 | 16:11 | Redactado por Valentina Salvo U., Emol
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EFE
MADRID.- Llegó al poder con una jugada maestra, y ocho meses y medio después, vuelve a estar en la encrucijada. El socialista Pedro Sánchez, Presidente de España, se encuentra en un momento especialmente complicado, luego de que este viernes se viera forzado a adelantar las elecciones legislativas al 28 de abril.

Ironías del calendario, el próximo martes se convertirá en el primer jefe de Gobierno español en ejercicio en publicar un libro y el título resume en buena medida la trayectoria de este antiguo profesor de economía de 46 años y los desafíos que se le vendrán por delante de cara a los comicios: "Manual de resistencia".

El Presidente más breve

Llegó al cargo el 1 de junio de 2018 logrando lo que nadie antes había logrado en democracia: una moción de censura exitosa contra su predecesor conservador, Mariano Rajoy. Para conseguirlo puso de acuerdo a ocho fuerzas políticas, entre ellos la izquierda radical de Podemos, los separatistas catalanes y los nacionalistas vascos. Todos lograron alzarlo como líder del gobierno más minoritario en 40 años de democracia, pues el PSOE contaba con sólo 84 diputados de 350.

También, se convirtió en el primer gobernante cuyo partido perdió las últimas elecciones, un hecho que la derecha no ha parado de reprocharle. "Hoy escribimos una nueva página de la historia de la democracia en nuestro país", proclamó entonces Sánchez.

De perder las elecciones del 28 de abril sería el gobernante más breve desde el fin de la dictadura de Francisco Franco, considerando que Rajoy estuvo siete años años en el cargo, los mismos que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero; José María Aznar del PP permaneció ocho años, Felipe González del PSOE 14 años, Leopoldo Calvo-Sotelo dos y Adolfo Suarez cinco.

Una vez en el palacio de la Moncloa, comenzó protagonizando los titulares de toda Europa: nombró un gabinete con más mujeres que hombres y aceptó a los migrantes del buque "Aquarius" que sus vecinos italianos y malteses se negaron a recibir. "Es nuestra obligación ofrecer a estas 600 personas un puerto seguro. Cumplimos con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias", afirmó Sánchez.

Viajó mucho al extranjero - incluyendo las cinco veces que estuvo en América Latina, entre las que visitó Chile - y también aumentó por decreto el salario mínimo un 22%, después de años de austeridad consecutiva a la crisis económica.

Sin embargo, debió enfrentarse a duras polémicas. Una de las primeras fue precisamente con el barco de Médicos Sin Fronteras, Aquarius. La misma embarcación que atracó en junio del año pasado con 629 personas solicitó permiso para arribar por segunda vez en territorio español. Pero entonces, Sánchez se negó. "España no es el puerto más próximo y, por lo tanto, no es el puerto más seguro para desembarcar", argumentó.

Las críticas y cuestionamientos por su decisión se hicieron notorias de inmediato, aunque finalmente logró resolverlo: Malta abrió su puerto a la embarcación y los 141 migrantes que viajaban en ella fueron distribuidos a varias naciones, siendo España el país que recibió a la mayor cantidad.

Luego se topó con una serie de obstáculos administrativos para poder sacar adelante su principal promesa, la de exhumar los restos del dictador Francisco Franco, y sufrió un duro revés electoral en Andalucía. El PSOE fracasó en los comicios autonómicos y perdió el gobierno regional a manos de la derecha conformada por el Partido Popular y Ciudadanos, pero reforzada por el ultraderechista Vox que ingresó por primera vez al parlamento local.

A ese difícil escenario se sumó el tema que propiciaría el fin de su gestión: la crisis catalana. Poco después de asumir el poder, el líder socialista prometió que dialogaría sin descanso para reconducir la conflictiva situación con el separatismo, lo que le valió toda una cascada de ataques provenientes de la oposición, que llegó a acusarlo de "alta traición".

Finalmente perdió el apoyo de parte de su coalición, coincidiendo con la apertura del juicio a 12 líderes independentistas y la votación del proyecto de presupuestos para 2019. Los partidos secesionistas, que había apoyado el Gobierno de minoría de Sánchez, ahora lo emplazaron a llevar a cabo un referéndum de autodeterminación en Cataluña y a interceder por los secesionistas procesados. Si no, no le entregarían su respaldo.

Sánchez se negó y el quiebre se materializó el miércoles, cuando los independentistas cumplieron con su palabra en el Parlamento: hicieron caer los presupuestos para 2019, sumándose a la oposición conservadora. Fue cosa de días para que llegara la convocatoria a elecciones adelantadas.

Pero no todo ha terminado para el Mandatario. Ahora, el PSOE tiene el desafío de alcanzar la mayoría de los escaños en las generales de abril y el mismo Sánchez tendrá que convencer a sus correligionarios de que lo invistan nuevamente. De lo contrario, se convertirá en el presidente que menos ha durado en el poder de España desde el retorno a la democracia.

Los desafíos

Las próximas elecciones no se presentan fáciles. Según analiza El País, varios sondeos ponen a la cabeza al PSOE con cerca de 105 sillas en el Congreso, 21 más de las que tiene ahora. No obstante, no llegaría a la mayoría aunque pacte con Unidos Podemos (UE, izquierda). La coalición "morada" pasa por una ruptura interna que la ha desprestigiado ante los votantes y las encuestas pronostican que obtendrán alrededor de 40 escaños. Juntos sumarían solo 145.

Por el contrario, la mayoría sí estaría al alcance de PP, Ciudadanos y los ultraconservadores de Vox, la "derecha trifálica", como la calificó la ministra de Justicia, Dolores Delgado, y que rompió la histórica hegemonía del socialismo en Andalucía. El PP, cuestionado por los casos de corrupción en sus filas – que terminó provocando la caída a Rajoy y el ascenso de Sánchez – se adjudicaría alrededor de 86 puestos, según las consultas. Si se suma a los 65 que podría obtener Ciudadanos y los 26 que se pronostican para Vox, la coalición alcanzaría alrededor de 177 escaños.

Pese a ello, desde el palacio de la Moncloa confían en una remontada. Creen que lograrán reactivar el electorado de izquierda aprovechando el clima de polarización que ha planteado el ingreso de Vox. La estrategia de batalla será, entonces, presentar al partido de ultraderecha como una amenaza contra la cual los ciudadanos deben luchar ¿Cómo? Yendo a las urnas.

En caso de que la derecha pierda la oportunidad de quedarse con la mayoría, el PSOE podría negociar con los partidos más pequeños, incluidos los catalanes, para intentar adjudicársela. De lograrlo, Sánchez tendrá la difícil misión de reconquistar a sus compañeros socialistas, muchos de los cuales han dejado de apoyarlo, luego de que tomara la decisión de ceder a una mesa de diálogo con los independentistas.

Nada de esto intimida, sin embargo, a Pedro Sánchez, un hombre de 1,90 metros de altura que en su juventud pensó en dedicarse al básquetbol y que concibe la política como un partido de baloncesto", según apunta Enric Juliana, director adjunto del diario La Vanguardia. "Puede pasar del ataque a la defensa en pocos segundos", aseveró. ¿Cuál será su estrategia de juego? Habrá que verla en las siguientes semanas, porque España acaba de ponerse en modo electoral.
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