Las crecientes olas de protestas derivadas de la crisis de los "chalecos amarillos" en Francia han sido un verdadero dolor de cabeza para el Presidente de aquel país, Emmanuel Macron, luego de las exigencias de una mayor justicia social y fiscal por una parte importante de la sociedad.
Ante esto, Macron anunció este jueves que, entre una serie de medidas, realizará una importante reducción de impuestos para intentar finalizar el descontento que se sembró hace cinco meses. A esto, dijo que pretende vincular las pensiones más bajas con la inflación
"No quiero incrementos de impuestos y quiero una bajada para quienes trabajan reduciendo significativamente el impuesto sobre los ingresos", afirmó en una conferencia de prensa en el Elíseo.
Asimismo, el Mandatario reconoció que "hay un profundo sentimiento de injusticia fiscal, territorial y social. Y hay que darle una respuesta".
También enumeró otros objetivos para el resto del mandato, como una reforma constitucional que permita una descentralización "diferenciada", la reducción del número de parlamentarios y la introducción de un porcentaje de proporcionalidad en la Cámara Baja
La nueva descentralización sería adaptada "a cada territorio" y "tendrá que basarse en unos pocos principios simples", como "responsabilidad, legibilidad y financiamiento" y aseguró que "no fue clara" la que se hizo en el pasado.
Para financiar la iniciativa, Macron cree que la mejor opción radica en recortar el gasto público y hacer que las personas trabajen más tiempo antes de jubilarse. De todos modos, no ofreció mayor detalle.