El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien cumple una condena en la cárcel por corrupción, señaló ayer viernes en una entrevista publicada por el diario 'Folha de Sao Paulo', que Brasil está siendo gobernado por un "puñado de locos" y que la elite brasileña debería hacer autocrítica después de la elección del actual presidente del país, Jair Bolsonaro.
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Hay que hacer autocrítica. Lo que no puede ser es que este país esté gobernado por esta banda de locos. Brasil no lo merece y, sobre todo, su pueblo no se lo merece", ha afirmado durante la entrevista.
El ex presidente habló sobre cómo es su vida en prisión, la muerte de su nieto, el Gobierno de Bolsonaro y la posibilidad de no volver a salir nunca más de la cárcel, entre otros asuntos.
"Estoy seguro de que duermo con la conciencia tranquila, mientras que el procurador Deltan Dallagnol no lo hace, ni tampoco el ministro de Justicia y ex juez, Sergio Moro", aseveró.
Respecto al actual presidente brasileño, Lula considera que si no construye un partido sólido, "no perdurará en el tiempo" y recalca que si sale de la cárcel, quiere "tener una conversación con los militares" para comprender "por qué odian al PT", refiriéndose el Partido de los Trabajadores.
Lula, presidente desde 2003 hasta 2011, fue uno de los líderes más populares de Brasil, pero su imagen quedó empañada tras verse implicado en varias investigaciones por corrupción. La sentencia de 12 años se refiere a un departamento de lujo que le regaló la empresa de construcción Odebrecht.
El ex presidente negó enérgicamente todos los cargos en su contra y los ha descrito como parte de un golpe de estado judicial que acabó con su sucesor, Michel Temer, en el cargo.
El año pasado, fue condenado a doce años y un mes de cárcel por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora OAS a sus favores políticos.
El ex mandatario brasileño combatió con todos los recursos posibles este fallo, pero no ha logrado revertirlo. Desde abril de 2018, está encarcelado en la prisión de la Policía Federal en Curitiba.
En febrero, recibió otra condena a doce años y once meses de cárcel por las reformas que las constructoras OAS y Odebrecht hicieron en una propiedad rural atribuida a Lula en Atibaia, Sao Paulo, en otro pago a sus favores políticos.
Este martes, el Tribunal Superior de Justicia (STJ) de Brasil falló por unanimidad a favor de mantener la condena contra el ex presidente. El fallo fue anunciado horas después de que el magistrado ponente del tribunal, Felix Fischer, que ejerce de relator para este caso, propusiera rebajar la pena de doce años y un mes de cárcel que pesa sobre Lula a ocho años y diez meses, lo que ha sido aprobado.