SANTIAGO.- En medio de la tensa jornada vivida el martes en Venezuela, cuando un grupo de militares se sublevó contra el Gobierno de Nicolás Maduro, salió a la luz un
mensaje del periodista chileno-venezolano, Braulio Jatar, quién está detenido en el país caribeño por fotografiar una protesta contraria al régimen.
Leído por su hermana, Ana Julia Jatar, en radio Universo, el profesional exigió que se hiciera efectiva la solicitud de libertad a su favor que la ONU realizó en 2017.
"Chile, al igual que el continente debe buscar fórmulas efectivas para restituir la democracia en Venezuela, la ONU ordenó por ejemplo mi libertad en mayo del 2017 y sigo esperando junto con varios venezolanos presos políticos, que la comisionada Bachelet exija el cumplimiento de esas resoluciones desde su propia oficina. Saludos a todos desde cautiverio", leyó Ana Julia Jatar en una entrevista al programa Universos Paralelos.
Además, agregó que el periodista le ha confesado que "no está muy seguro" de que vaya a ser libre.
"Tengo contacto con él, él está preso en su casa, lo que él me dice que no está muy seguro que va a ser libre, está convencido de que cualquier libertad que le den, como la que le dieron a Leopoldo, es una libertad muy contenida y que hasta que no salga el régimen de Maduro no habrá libertad real", afirmó.
Braulio Jatar, periodista chileno-venezolano, fue arrestado hace dos años y medio luego de publicar varias imágenes de una protestas en contra del Mandatario Nicolás Maduro.
Al momento de su detención, el director del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, dijo que Jatar fue imputado por el delito de legitimación de capitales, tras hallar un vehículo con una gran cantidad de dinero en su interior, sin explicación alguna. Ante esto, su familia aseguró que su arresto fue por su posición opositora a Maduro.
Conocida la información, el ex canciller Heraldo Muñoz dijo que estaban "haciendo las gestiones" para intentar solucionar su situación.
En mayo de 2017 recibió un cambio en su medida cautelar y pasó a un arresto domiciliario por ocho meses, tras un tiempo en la cárcel.