"Josu Ternera" (al centro, encapuchado) es escoltado por miembros de la policía francesa.
Reuters
El ex dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, alias "Josu Ternera", detenido este jueves en Francia, fue trasladado ya a la ciudad de Bonneville para prestar declaración ante el juez.
Custodiado por agentes de la Policía francesa, el histórico jefe de la banda terrorista abandonó la comisaría de Sallanches, en el departamento francés de Alta Saboya, a bordo de un automóvil policial y escoltado por otro vehículo de la Gendarmería.
Su detención se produjo a primera hora en el estacionamiento del hospital de la localidad de Sallanches "de manera bastante tranquila y sin que él opusiera la menor resistencia", aseguró un gendarme francés que participó en la operación.
Desde allí Ternera, de 69 años, fue trasladado a la comisaría de la misma ciudad de Sallanches, y de ahí de nuevo al hospital, en el que estaba siendo ya tratado de una enfermedad y donde permaneció menos de una hora para luego ser llevado de vuelta al cuartel policial.
El ex dirigente etarra, que contaba con orden de busca y captura desde hace 17 años, pasó el fin de la mañana y la primera mitad de la tarde en una "célula provisional" mientras se organizaba su traslado a Boneville, cuya Fiscalía es la que tiene jurisdicción sobre Sallanches.
Consultado por su estado de ánimo, un policía que lo vio en el interior de la comisaría dijo que lo que más le llamó la atención es lo mayor que parecía en comparación con las fotografías que había visto en la prensa, y que lo presentaban con el físico que tenía antes de pasar a la clandestinidad.
El magistrado de Bonneville será el que tendrá ahora que determinar a dónde será conducido "Josu Ternera" para cumplir la condena a ocho años de cárcel con la que está sentenciado en Francia, dictada contra él en junio de 2017 por el Tribunal Correccional de París por su pertenencia al grupo terrorista vasco ETA.
La Justicia española tiene previsto solicitar a Francia la entrega de Ternera para que sea juzgado en España por las cuatro causas que tiene pendientes, entre ellas el atentado en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, en el que murieron 11 personas.