"Por orden del Presidente (Donald Trump), el ejército estadounidense ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal estadounidense en el extranjero al matar a Qasem Soleimani", anunció anoche el Departamento de Defensa en un comunicado. Minutos antes, el Mandatario había tuiteado una bandera estadounidense.
Esta noticia, junto con la escalada en las tensiones entre Irán, Irak y el país norteamericano, se han tomado la agenda internacional durante los primeros días del 2020 y han causado rechazo transversal en los países aliados al Medio Oriente.
El comandante de la
Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), de 62 años, era uno de los personajes más populares de su nación y un temido adversario de Estados Unidos y sus socios.
¿Por qué? Porque estuvo a cargo de las operaciones exteriores de la república islámica y gran influenciador en las negociaciones políticas desde 2018 sobre la formación de un gobierno en Irak.
Tanto para sus partidarios como detractores, fue el hombre clave de la influencia iraní en Medio Oriente, donde reforzó el peso diplomático de Teherán, sobre todo en Irak y Siria, dos países donde EE.UU. está implicado militarmente.
"Para los chiitas de Medio Oriente es una mezcla de James Bond, Erwin Rommel y Lady Gaga", escribió el ex analista de la CIA Kenneth Pollack en su retrato de Soleimani para un número de la revista estadounidense Time dedicado a las 100 personas más influyentes del mundo en 2017.
"Para occidente es responsable de haber exportado la revolución islámica de Irán, de apoyar a los terroristas de librar las guerras de Irán en el extranjero", agrega.
83% de iraníes tenía una opinión favorable de Qasem Soleimani en 2018
En Irán, inmerso en una crisis económica, algunos le sugirieron que se lanzara a la arena política local. Pero el general iraní
rechazó los rumores de que hubiera podido presentarse a las elecciones presidenciales de 2021.
Hombre clave en Irak
Soleimani ha hecho gala de su talento en el vecino Irak. Cada vez que había una situación política o militar relevante en el país, él acudía para actuar entre bastidores.
La progresión del grupo Estado Islámico (EI), el referéndum de independencia en Kurdistán o actualmente la formación de un gobierno. Cada vez se reunió con las distintas partes y definió la línea a seguir, afirman fuentes que asistieron a estas reuniones, mantenidas siempre en secreto.
Su influencia venía de lejos, ya que lideraba la Fuerza Qods cuando Estados Unidos invadió Afganistán en 2001. "Mis interlocutores iraníes fueron muy claros sobre el hecho de que incluso si informaban al ministerio de Relaciones Exteriores, al final era el general Soleimani quien tomaría las decisiones", declaró en 2013 a la BBC Ryan Crocker, un ex embajador estadounidense en Afganistán y en Irak.
Después de mantenerse fuera de los focos durante décadas, Soleimani comenzó a aparecer en las portadas de los medios de comunicación tras el comienzo de la guerra en Siria en 2011, donde Irán, un peso pesado chiita en la región, ayuda al régimen del presidente
Bashar al Asad.
Aparecía en fotos en el campo de batalla, en documentales e incluso fue representado en una película de animación y en un video musical.
Este importante comandante de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la república Islámica de Irán, también dijo que había pasado en Líbano, con el Hezbolá chiita libanés, la mayor parte del conflicto israelí-libanés en 2006, en una entrevista exclusiva difundida por la televisión pública iraní en octubre pasado.
Un importante funcionario iraquí lo describió como un hombre tranquilo y poco hablador. "Está sentado en la otra punta de la habitación, solo, con mucha calma. No habla, no comenta (...) solo escucha", contó al New Yorker.
Según un estudio publicado en 2018 por IranPoll y la universidad de Maryland, el 83% de los iraníes encuestados tenía una opinión favorable de Soleimani, mejor que del Presidente Hasan Rohani y del ministro de Relaciones Exteriores Mohamad Javad Zarif.
En el extranjero algunos líderes occidentales lo ven como un personaje central en las relaciones de Teherán con grupos como el Hezbolá libanés y el movimiento palestino Hamas.