A medida que el Boletín de Científicos Atómicos avanza hacia una revista, el Reloj del Apocalipsis aparece en portada por primera vez. Simboliza la urgencia de los peligros nucleares, que los fundadores y otros especialistas están tratando de transmitirle a la ciudadanía, junto a los líderes políticos de todo el mundo.
El Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, le dice al público en otoño que los soviéticos probaron su primer dispositivo nuclear comenzando oficialmente la carrera armamentista. Una información que la URSS niega.
En octubre de 1952 EE.UU. prueba su primer dispositivo termonuclear y destruye un islote del Océano Pacífico. Nueve meses después los soviéticos prueban una bomba de hidrógeno. "Sólo unas pocas oscilaciones más del péndulo y, desde Moscú hasta Chicago, las explosiones atómicas golpearán en la medianoche a la civilización occidental", anuncian.
Acciones políticas y conferencias científicas interfieren la dura conversación entre ambas potencias, las que por primera vez parecen ansiosas por evitar una confrontación directa.
Se firma el Tratado de Prohibición de Pruebas Parciales, que finaliza todas las pruebas nucleares atmosféricas, acuerdo que representaría la desaceleración de la carrera armamentista.
"Hay pocas razones para sentirse optimista sobre el futuro de nuestra sociedad", indica el boletín mientras se desarrollaban guerras regionales. Entre ellas EE.UU dentro de Vietnam, India contra Pakistán, e Israel con sus vecinos árabes. A la vez, China y Francia comienzan pruebas nucleares.
El boletín se muestra un poco más optimista, ya que casi todas las naciones del mundo se unen para firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Israel, India y Pakistán se niegan a participar de este acuerdo.
EE.UU. y la URSS firman el Tratado de Limitación de Armas Estratégicas(SALT) y el Tratado de Misiles Antibalas (ABM), acuerdos que obligan a una especie de paridad nuclear.
India prueba su primer dispositivo nuclear. EE.UU. y la URSS parecieran estar modernizando sus fuerzas nucleares, que reduciéndolas. "Cualquier ganancia en acuerdos previos en control de armas parece un espejismo", sostiene el sitio oficial del boletín.
Después de importantes avances, EE.UU. y la URSS aún consideran que las bombas nucleares son un componente integral su seguridad. El boletín los define como "Nucleoholics: borrachos que continúan insistiendo en que la bebida que se consume es positivamente ‘la última’, pero quién siempre puede encontrar una buena excusa para ‘sólo una ronda más’".
Los soviéticos invaden Afganistán y EE.UU. endurece su postura nuclear. La retórica se intensifica con la elección de su nuevo Presidente: Ronald Reagan. Para él, que descarta cualquier conversación sobre el control de armas, la mejor manera de poner fin a la Guerra Fría es que su país gane.
"Las relaciones entre EE.UU. y la Unión Soviética alcanzan su punto más helado en décadas. El diálogo entre las dos superpotencias prácticamente se detiene", informa el boletín. Más adelante el país norteamericano parece sólo ignorar los pocos acuerdos de control de arma, buscan una capacidad expansiva de misiles en el espacio.
El Presidente de EE.UU. Ronald Reagan y el Primer Ministro Soviético Mikhail Gorbachev firman el histórico Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, el primero en prohibir una categoría completa de armas nucleares.
Países de Europa del Este —como Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Rumania— se liberan del control soviético, deteniendo la batalla ideológica y disminuyendo significativamente el riesgo. Meses antes, caía el Muro de Berlín, terminando simbólicamente la Guerra Fría.
Las potencias comienzan a hacer profundos recortes en sus arsenales nucleares, y una serie de iniciativas unilaterales eliminan la mayor parte de misiles balísticos internacionales. "La ilusión de que decenas de miles de armas nucleares son garantes de la seguridad nacional ha sido eliminada", declara el boletín.
Los intransigentes norteamericanos parecen reacios a suavizar su retórica, sosteniendo que Rusia podría ser una amenaza más grande que la URSS. Más de 40.000 armas nucleares permanecen en todo el mundo.
India y Pakistán realizan pruebas de armas nucleares con sólo tres semanas de diferencia, "un síntoma del fracaso de la comunidad internacional". Rusia y EE.UU. aún mantienen 7.000 cabezas nucleares listas para dispararse entre sí en 15 minutos.
"Las preocupaciones sobre un ataque terrorista nuclear ponen de relieve la enorme cantidad de materiales nucleares sin garantía, y a veces no contabilizados, ubicados en todo el mundo", relata el sitio oficial. EE.UU. expresa el deseo de diseñar nuevas armas y anuncia su retiro del Tratado de Misiles Antibalísticos.
El cambio climático también presenta un grave desafío para la humanidad, que a diario destruye los ecosistemas. Por otra parte, Corea del Norte realiza una prueba nuclear y las naciones temen que Irán planee adquirir una: "El mundo está al borde de una segunda era nuclear", dice el boletín.
Barack Obama se convierte en el primer Presidente de EE.UU. en pedir públicamente un mundo libre de armas nucleares. Hay focos de progreso para contrarrestar los efectos del cambio climático, como el acuerdo en Copenhague para reducir las emisiones de carbono y limitar el aumento de la temperatura global.
Los procesos políticos y los conflictos regionales parecen totalmente inadecuados para dar respuesta al armamento nuclear y paliar los efectos del cambio climático. "Ante problemas tan complejos es difícil ver dónde se encuentra la capacidad para abordar estos desafíos", dice el boletín.
El boletín asegura que "el cambio climático sin control, las modernizaciones globales de armas nucleares y los arsenales de armas nucleares descomunales representan amenazas extraordinarias e innegables para la existencia continua de la humanidad".
La Junta de Ciencia y Seguridad adelanta el Reloj del Juicio Final y señala que "la probabilidad de una catástrofe global es muy alta (...) los líderes sabios deben actuar de inmediato".
Lo más cerca que se ha estado de la medianoche desde principios de los ‘80. La Junta reitera el llamado a los funcionarios públicos sabios: "Deberían actuar de inmediato, alejando a la humanidad del límite. Si no o hacen, los ciudadanos sabios deben dar un paso adelante y liderar el camino".
Para el boletín el peligro es inminente. "El mundo ha visto la amenaza que representa el mal uso de la tecnología de la información y ha sido testigo de la vulnerabilidad de las democracias a la desinformación (...) los ciudadanos de todo el mundo pueden usar el poder de Internet para mejorar las perspectivas a largo plazo de sus hijos y nietos".
El boletín se dirige a los civiles y enfatiza que no hay razón para que el Reloj del Juicio Final no pueda alejarse de la catástrofe. Para la comitiva, dada a la inacción de los líderes a la fecha, los ciudadanos informados "pueden exigir medidas para reducir la amenaza existencia de la guerra nuclear" y la crisis climática.