La Presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, aseguró este martes que "no se admitirán más asentamientos ilegales" ante la emergencia registrada en el país por las fuertes lluvias e inundaciones, que causó graves problemas principalmente en la ciudad de Cochabamba.
Áñez acudió al municipio de Tiquipaya, donde la mayoría de la población que vive en asentamientos tuvo que abandonar sus viviendas por el desborde del río Taquiña y un intenso movimiento de tierra y señaló que la existencia de estas tomas es "una de las principales causas de que la zona se encuentre ahora en un estado de emergencia".
Afirmó esto después de reunirse con varios ministros en la localidad de Llajta para evaluar la situación, según informó el diario local El Deber.
"Pedimos a todos los ciudadanos y a las autoridades locales que no permitan los asentamientos ilegales. Ordenaremos que se reubiquen a todas las familias; trabajaremos en la reforestación inmediatamente", sostuvo.
Así, resaltó que se acordó la construcción de obras civiles en Tiquipaya, así como la constitución inmediata de la Autoridad Departamental de Cuencas para gestionar el trabajo de "encauzamiento de la cuenca del río Taquiña y la de otros afluentes de Cochabamba".
"Es urgente que se tomen medidas preventivas, pero ahora creo que lo importante es la emergencia. Que vengan las maquinarias para que no pase algo mayor", manifestó la Presidenta.
Para estas labores se destinarán 7 millones de bolivianos (casi 824 millones de pesos chilenos), tal y como explicó el ministro de Obras Públicas, Iván Arias.
En Cochabamba, centro de Bolivia, el municipio de Tiquipaya de 54.000 habitantes, es el más damnificado y fue declarado zona de desastre, luego de que un alud arrasara con todo a su paso en calles y avenidas principales sin que los pobladores pudieran hacer frente a esta manifestación de la naturaleza.
Decenas de militares y bomberos fueron desplegados en varias zonas de Cochabamba provenientes de la ciudad de La Paz para ayudar en las labores de rescate.
Mientras tanto, varios helicópteros militares continúan sobrevolando la zona del desastre, que dejó a 188 familias afectadas, las cuales tuvieron que trasladarse a un albergue.
Las viviendas afectadas suman ahora 366, de las cuales 80 fueron "dañadas en gran magnitud", el según asesor General de la Gobernación de Cochabamba, Roberto Mamani.
