"La única posibilidad de que no nos pase lo mismo que está pasando en el mundo es tomar medidas rápidas para detener esta curva de progresión", dijo el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, la noche de este sábado en una cadena nacional.
En ella, el Mandatario informó que serán el quinto país de Latinoamérica en implementar una "cuarentena domiciliar completa", que estará vigente por treinta días. "Todos estamos obligados por ley a quedarnos en nuestra casa", señaló Bukele.
La medida —que ya fue tomada por Argentina, Colombia, Honduras y Bolivia— busca frenar el avance del virus en el país, que hasta el momento registra solamente tres casos confirmados. El Gobierno estima que, de no frenar el ritmo de contagios, llegarían a 786 a mediados de abril, y a 49.152 a principios de mayo. En el peor de los escenarios simulados, alcanzarían más de 3 millones al 20 de mayo.
"Si nosotros no actuamos con rapidez, la progresión matemática nos dice que nuestro sistema de salud colapsaría, ya que cada tres días los casos se irían duplicando", señaló el Presidente, mostrando una gráfica de las estimaciones realizadas por el Gobierno.
El país ya se había declarado "en cuarentena" el 11 de marzo, cuando solamente registraba un caso. En ese momento se paralizaron todas las actividades educativas y el ingreso de personas extranjeras no residentes, pero el nuevo anuncio endurece las restricciones: se trata de una cuarentena domiciliar absoluta, con la excepción de "algunos rubros que mantienen con vida al país".
Para amortiguar el impacto económico de la medida, el Mandatario anunció un monto de US$ 300 para un millón y medio de hogares, que corresponden aproximadamente al 75% de la población. En tanto, las personas que no acaten las medidas serán detenidas y llevadas a un "centro de contención" para pasar ahí la cuarentena.
