En la imagen se ve a Michael Taylor en un aeropuerto de Turquía.
AP
Los dos estadounidenses acusados de ayudar al ex presidente de Nissan Carlos Ghosn a fugarse de Japón mientras estaba en libertad bajo fianza a la espera de juicio fueron declarados culpables este lunes y condenados a penas de prisión.
El Tribunal de Distrito de Tokio condenó a dos años de cárcel al ex boina verde Michael Taylor, de 60 años, y a un año y ocho meses a su hijo Peter (28), según recoge la agencia local Kyodo.
Los dos acusados se declararon culpables y emitieron disculpas por su papel en la fuga del magnate de la industria automotriz y su defensa había solicitado suspender la sentencia.
Según la acusación presentada por la fiscalía japonesa, los Taylor ayudaron a Ghosn a escapar de la vivienda en la que residía en Tokio mientras estaba en libertad bajo fianza y trasladarse a Osaka el 29 de diciembre de 2019 desde donde tomaría un vuelo clandestinamente.
Ghosn fue escondido en una maleta para instrumentos que sorteó los controles aeroportuarios aprovechando una brecha en el sistema y trasladado a un avión privado que lo llevó hasta el Líbano haciendo escala en Turquía, pese a que el directivo tenía prohibido salir del archipiélago en virtud de las condiciones de su fianza.
El empresario, que posee triple nacionalidad (francesa, brasileña y libanesa), permanece en Beirut, que no cuenta con tratado de extradición con Japón.
Padre e hijo fueron extraditados al país asiático en marzo de este año, tras ser detenidos por petición de la fiscalía nipona en mayo de 2020 en
Massachusets (Estados Unidos) y la Corte Suprema estadounidense rechazara su apelación.
Los Taylor han permanecido bajo custodia de las autoridades japonesas en el mismo centro de detención de Tokio en el que Ghosn pasó más de 100 días antes de su liberación bajo fianza.
El magnate y ex presidente de Nissan, la francesa Renault y su alianza, fue detenido en Japón en noviembre de 2018 acusado de irregularidades financieras y abuso de confianza.
Ghosn, que fue citado a declarar en el Líbano a raíz de la emisión de una circular roja de Interpol por petición de Japón, negó los cargos y afirmó que fue víctima de un complot orquestado por el fabricante automotor japonés para quitarlo de en medio cuando negociaba darle mayor poder a su socio galo en la alianza.