SANTIAGO.- Cuando Lucy Ana Avilés y Magdalena Moreno comenzaron a conversar sobre las maneras que su fundación, Viento Sur, podría ayudar para apagar los pasados incendios forestales, nunca pensaron en el impacto que causaría la traída del avión más grande del mundo para esta tarea, el SuperTanker.
"La verdad es que sólo imaginamos un complemento efectivo para el combate de incendios forestales, nunca pensamos en el otro efecto tan potente de devolver la esperanza y de provocar que toda la gente se empiece a movilizar", comentó a Emol Moreno, la directora de la fundación que crearon Avilés, chilena residente en Estados Unidos, y su marido y heredero de Wal-Mart, Ben Walton.
Junto con la esperanza, y cuando la aeronave ya había realizado sus primeros vuelos y probado haber sido de ayuda para la extinción de los siniestros, comenzaron a surgir pequeños "homenajes" al avión.
Desde mensajes de apoyo en redes sociales y viralización de memes, hasta la adaptación de un tradicional helado a los colores del SuperTanker o un juego para celulares en el que el objetivo es apagar incendios con el avión estadounidense. Fueron múltiples y variadas las reacciones de la gente a la llegada de la aeronave.
"Es increíble", expresó Moreno y agregó que para "el equipo del SuperTanker también es una primera vez que se los homenajea tanto. Cuando el avión despega, los pilotos me dicen, al otro lado de la reja hay todos los días gente aplaudiéndonos y gritándonos con banderas chilenas, entonces la verdad es que es un levante al espíritu muy grande".
El futuro de la fundación
Respecto a futuros proyectos, la directora de la Fundación Viento Sur señaló que "esperamos poder volver a nuestro foco principal que es la educación".
Añadió que "creemos también que es importante compartir nuestra experiencia en estas dos semanas con lo del avión y en el fondo coordinar cómo el Estado o el Gobierno recibe ayudas de privados".
"Nunca pensamos en el otro efecto tan potente de devolver la esperanza y de provocar que toda la gente se empiece a movilizar"
Magdalena Moreno
En el área educativa, Moreno detalló que seguirán desarrollando proyectos que ya estaban haciendo, como la labor que realizan apoyando desde hace dos años a la Fundación Enseña Chile
La entidad también trabaja con el Movimiento Aula, una iniciativa surgida de un grupo de ex profesores de Enseña Chile que busca "aunar las voces, las personas e instituciones que trabajan en torno a la educación y que estamos motivados por contribuir a la mejora en los aprendizajes".
Asimismo, apoyan a la escuela de Iloca, construida por los mismos dueños de la fundación, Lucy Ana Avilés y su marido tras el terremoto y tsunami del 27F.
"Yo formo parte del Consejo Asesor de la escuela y estamos viendo siempre qué mejoras, qué proyectos, qué iniciativas de apoyo se pueden realizar", planteó Moreno.
De hecho, destacó que este año se comenzará a llevar a cabo un proyecto con la Fundación Había Una Vez para implementar una biblioteca en la escuela de Iloca y que ésta "se transforme finalmente en el corazón del colegio".
"Tenemos alguna motivación de no irnos al tiro de la zona de la emergencia, sino que ver si es necesario aportar en alguno de estos aspectos"
Magdalena Moreno
"No se trata solamente de comprar una colección de libros, sino de capacitar a quienes van a ser los facilitadores, los encargados de la biblioteca, a los profesores, abrir a la comunidad y así con diferentes programas que la misma fundación implementa para que las mismas familias también se involucren en el proceso de lectura de sus niños", explicó.
En tanto, Moreno aseveró que están analizando la posibilidad de idear algún proyecto que se relacione con la reciente emergencia provocada por los incendios forestales.
"Estamos investigando sobre ello, sí. Tenemos alguna motivación de no irnos al tiro de la zona de la emergencia, sino que ver si es que es necesario aportar en alguno de estos aspectos, ojalá algo relacionado con educación, con vivienda, con mejora de lo productivo. Lo estamos investigando en este momento de hecho", puntualizó.