Marco Moreno, El Mercurio
SANTIAGO.- Con el exponencial aumento de pasajeros que ha tenido el servicio de Metro y Transantiago en los últimos años, el problema del espacio se hace cada vez más acuciante. Es por esto que el Ministerio de Transportes aseguró estar analizando replicar en Santiago una campaña madrileña en contra del "manspreading".
Se trata de una costumbre que tienen, en la mayoría de los casos, los hombres que al sentarse abren ampliamente las piernas, ocupando el espacio de los asientos de los lados. En el escaso espacio del transporte público, lo anterior provoca que el resto de los pasajeros deban ir más apretados e incómodos.
Por lo mismo, en varios países como Estados Unidos y España, han realizado campañas para evitar el "manspreading" en sus sistemas de transporte público. De hecho, una empresa operadora de buses de Madrid comenzará desde la próxima semana a instalar adhesivos para advertir sobre esta costumbre.
La petición surgió de un colectivo de mujeres que reunió más de 12 mil firmas para exigir alguna respuesta de parte de las compañías de buses. Con el éxito de esta primera etapa, el grupo comenzó a juntar apoyo para que el Metro de Madrid haga lo mismo.
En Chile, en tanto, se habría estudiando la posibilidad de implementar medidas similares con el objetivo de mejorar la calidad del servicio.
Así lo confirmó a Emol la ministra de Transportes, Paola Tapia, quien aseguró que "hemos analizado esta propuesta al igual que otras que han existido en materia de seguridad, sobre todo, de las personas y de ocupar los espacios".
"Todo este tipo de campañas uno siempre las tiene que estar observando para ver qué de ello podemos aplicar en nuestro país. Siempre las buenas ideas son bienvenidas, y en ese sentido con Metro estamos trabajando permanentemente en ello", comentó.
Por su parte, el académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central, Alejandro Torres, afirmó que "hay muchos otros asuntos que resolver en nuestro sistema de transporte público antes que ese ('manspreading')".
Según expresó, se trata de una campaña de educación cívica que si bien es necesaria, "no va por el transporte público. Es (un problema) cultural". En ese sentido, aseveró que lo que realmente se necesita para evitar el mal uso del espacio público es "mucha educación vial".