SANTIAGO.- Al mediodía del jueves 31 de mayo, la Conferencia Episcopal dio a conocer el contenido: se trataba de una carta del Papa Francisco dirigida al "pueblo de Dios que peregrina en Chile", el mismo día en que El Vaticano confirmó que los monseñores Charles Scicluna y Jordi Bertomeu vendrían hasta Chile para reunir antecedentes y reunirse con víctimas de abusos sexuales en la Iglesia.
Fue uno de los hitos de un proceso que ya significó la renuncia de tres obispos y la puesta a disposición de los cargos de todos los demás, lo que, ha afirmado el Papa, podría seguir aceptando. "Las soluciones que se necesitan reclaman encarar los problemas sin quedar atrapados en ellos o, lo que sería peor, repetir los mismos mecanismos que queremos eliminar", dijo el Pontífice en su carta.
Sus palabras tuvieron destinatarios manifiestos. "Exhorto a todos los cristianos y especialmente a los responsables de centros de formación educativa terciaria, de educación formal y no formal, centros sanitarios, institutos de formación y universidades, a mancomunar esfuerzos en las diócesis y con la sociedad civil toda, para promover lúcida y estratégicamente una cultura del cuidado y protección", señaló. "Que cada uno de estos espacios promueva una nueva mentalidad".
Interpelados, los colegios católicos chilenos empiezan a organizar sus respuestas. Según datos del Ministerio de Educación, en 2016 había 3.936 colegios católicos, de un total de 11.858, lo que representa un 33%.
Promoción de "ambientes sanos y seguros"
Los nuevos lineamientos promovidos por Francisco tienen como centro el "promover comunidades capaces de luchar contra situaciones abusivas; donde el intercambio, la discusión y la confrontación sean bienvenidas". Para encontrar soluciones, el Pontífice propone hacerlo "no con estrategias meramente de contención, sino con todas las medidas necesarias para asumir el problema en su complejidad".
Los directores de los diez establecimientos de la red de colegios Regnum Christi, ligada a los Legionarios de Cristo, firmaron recientemente una carta dirigida a sus respectivas comunidades educativas, donde afirmaron sentir "un profundo dolor y tristeza" por el momento que atraviesa la Iglesia, "con una conciencia clara de nuestra responsabilidad por nuestra historia institucional".
"Se les ha explicado por qué la Iglesia está viviendo la situación actual y se les ha dicho que quienes tengan mayor inquietud pueden ser recibidos para conversar con los consagrados y profesores que trabajan con los jóvenes"
Colegio Everest
Ya en 2010 reconocieron los abusos perpetrados por su fundador, Marcial Maciel, por lo que, explican desde el movimiento, se trata de un tema que ya había sido abordado en los establecimientos educaciones y que desencadenó la creación de un "código de promoción de ambiente sano y seguro para la prevención y respuesta ante situaciones de abuso sexual".
El texto, al que tuvo acceso Emol, busca "aunar criterios respecto de los procedimientos a seguir ante situaciones de abuso sexual infantil", "clarificar el rol que tienen todos los funcionarios del establecimiento en la promoción de un ambiente sano y seguro" y "establecer responsabilidades y alcances de los directores en la toma de decisiones y aplicación de medidas de protección, incluyendo la denuncia".
Por ello, cada centro educativo cuenta con un "equipo de protección" en el que participa un representante de la dirección, los jefes de ciclo, un psicólogo u orientador y otros representantes de la comunidad, definidos por cada institución. Ellos son los encargados de "recibir, revisar y notificar al director las situaciones de posible vulneración de derechos de las que tomen conocimientos".
Conversatorios y jornadas de oración
En el colegio Everest, perteneciente al movimiento, se han hecho tres conversatorios para profesores y funcionarios, para "conversar, preguntar y esclarecer las dudas que hayan sobre la situación actual de la iglesia", dirigidos por capellanes.
Los apoderados también participaron de una conferencia con Ana María Yévenes, académica de la Facultad de Educación, Psicología y Familia de la U. Finis Terrae, y doctora en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Los conversatorios también se han realizado para los alumnos en clases de formación católica, a cargo de profesores. "Se les ha explicado por qué la Iglesia está viviendo la situación actual y se les ha dicho que quienes tengan mayor inquietud pueden ser recibidos para conversar con los consagrados y profesores que trabajan con los jóvenes", explican.
Es lo sucede también en el Cumbres, en Las Condes, donde además las actividades han considerado jornadas de "adoración al Santísimo", que consisten en periodos de exposición de la hostia consagrada fuera de su custodia para realizar oraciones. La instancia, según el establecimiento, tuvo "gran acogida" entre los estudiantes de 7° a IV medio. A los profesores se les realizó una encuesta para conocer inquietudes y aspectos a profundizar.
En el colegio La Cruz, en Rancagua, se organizó un conversatorio con el historiador y teólogo, Marcial Sánchez, para "tratar el tema y poner en contexto". En el San Isidro de Buin se han tratado temas como "la tolerancia cero con los abusos, la promoción de la verdad y la justicia, y la necesidad de seguir fortaleciendo ambientes seguros para nuestros alumnos".
"Por otra parte, también se trataron temas relacionados con la dignidad y la responsabilidad del ministerio sacerdotal y el número importante de sacerdotes que realizan su trabajo y ministerio con fidelidad, entrega y discreción, buscando el genuino bien de la misión encomendada", señalan.
Terminar con la "cultura del abuso"
Quienes también han sido afectados directamente por los casos de abusos es la orden de los Hermanos Maristas, denuncias que hoy investiga El Vaticano. En los doce colegios ligados a ellos, el trabajo se ha centrado en la socialización de la carta del Papa en la comunidad educativa.
En el Instituto San Martín, en Curicó, se ponen como objetivo terminar con la "cultura del abuso". "(Queremos) que las comunidades cristianas sean espacios de respeto, diálogo y escucha, para que se trabaje por una conversión y transformación eclesial", señalan.
En el Instituto O’Higgins, también marista pero en Rancagua, se han leído extractos de la carta "haciendo interpretación a la luz de la fe de lo que estamos viviendo como Iglesia".
"Ha sido una instancia de reflexión, de mirar el camino y de enfrentar con una mirada esperanzadora el futuro (...) Para los jóvenes ha sido mirar de forma crítica y reencontrar el verdadero camino", dice a Emol la coordinadora de pastoral, Susana Urayama.
En los colegios del Opus Dei —Los Andes, Tabancura, Huelén, Cordillera, Los Alerces y Huinganal— consideran que la convocatoria del Papa "a la reflexión y a vivir en estado de oración" tuvo "una respuesta inmediata". En ellos, los conversatorios sobre la situación de la Iglesia han sido dirigidos por los capellanes de cada colegio.
También han realizado "vigilias de adoración a Jesús Sacramentado", "momentos de oración y reflexión en grupos de alumnos", "peregrinaciones para rezar el rosario a la Virgen del Carmen" y señalan que la tradicional procesión del Corpus Christi que realiza cada colegio, "este año se centró en la oración por la Iglesia".
La participación de ex alumnos
En el Colegio del Verbo Divino, fundado por la congregación homónima, la carta también ha sido analizada por grupos de alumnos, lo que seguirá ocurriendo en estudiantes de II y IV medio.
Por otra parte, los directivos, docentes, administrativos y auxiliares realizaron un encuentro para "reflexionar sobre los mensajes que el Papa Francisco acuñó" en su carta a los obispos chilenos y la situación general de la Iglesia. La actividad también terminó en una jornada de "adoración al Santísimo".
"Por su sintonía con los desafíos que enfrenta Chile como sociedad y con la Iglesia diocesana, (el colegio) siempre se ha sentido invitado a rezar por las distintas realidades que nos interpelan"
Saint George's
En paralelo, los apoderados abordaron el tema en encuentros regulares que sostienen los denominados "grupos de reflexión". También es el caso de la "misa mensual de ofrenda" que se realiza en la comunidad. "Los alumnos han dedicado el espacio para rezar por la Iglesia chilena y reflexionar sobre este periodo de cambio que estamos viviendo", señalan.
En tanto, en el Saint George's College, perteneciente a la Congregación de Santa Cruz, la pastoral junto al Centro de Padres y a la Old Georgian Association —agrupación de ex alumnos— organizan un conversatorio llamado "¿Crisis en la Iglesia Chilena?: Esperar contra toda esperanza" que tendrá lugar el 5 de julio.
"En ella esperamos la participación como expositores de religiosos y laicos expertos en el tema que no solo puedan exponer ideas, sino también su testimonio", explica a Emol la vicerrectora Milena Schublin.
Desde la Red Educacional Ignaciana, que agrupa diez instituciones, el director ejecutivo Danilo Frías asegura que "los colegios de la Compañía de Jesús desde hace años han profundizado en sus protocolos y normas para el buen cuidado de ambientes sanos para la formación de sus estudiantes".
Esto se ha hecho "tomando las normativas que la ley nos indica, además reflexionando y definiendo con las comunidades las mejores formas de relacionarnos en un mundo que ha cambiado y seguirá cambiando".
