SANTIAGO.- Desde que se conociera la reservada reunión que sostuvieron el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, con representantes del pueblo mapuche y el hijo mayor del matrimonio Luchsinger-Mackay, los hechos se desenvolvieron con rapidez.
Dos días después de que Jorge Luchsinger afirmara que su familia no se oponía a que el machi Celestino Córdova, condenado a 18 años de cárcel por el delito de incendio con resultado de muerte y quien llevaba más de 50 días en huelga de hambre, recibiera permiso para salir a renovar su rehue, Gendarmería autorizó su salida temporal.
Horas más tarde, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, confirmó la autorización y en la madrugada del día siguiente el machi fue trasladado a su rehue, en un permiso que se extendió por 14 horas y acompañado de 30 de las 300 personas que habían solicitado estar presentes.
A los pocos días, el lonco Aniceto Norín y el machi Camilo Cayupil, ambos presentes en la reunión, hicieron llegar una carta al ministro. "Es deber de todos los habitantes de La Araucanía cuidar este germen de paz, honrando la nobleza de la familia Luchsinger y los esfuerzos que todos hemos realizado", decía la misiva, según consigna El Mercurio.
Por eso, las miradas han apuntado al ministro de Desarrollo Social —a quien el Presidente Piñera nombró explicitando que buscaba darle un rol preponderante— como el artífice de la concesión que podría abrir un nuevo escenario para avanzar en destrabar un conflicto histórico.
"Moreno ha sorprendido a muchos", dijo el escritor Pedro Cayuqueo en su cuenta de Twitter. "Es tal vez el primer ministro (a cargo del tema indígena) con espalda política capaz de contener a los halcones de Interior".
El escritorio que tiene la carpeta indígena
En conversación con Emol, el escritor ahonda en su comentario y explica que ha existido una constante en la política pública indígena desde el gobierno de Patricio Aylwin: por un lado un enfoque "desde el punto de vista de la pobreza" —radicado históricamente en el actual Ministerio de Desarrollo Social— y "el de la seguridad pública", a cargo del Ministerio del Interior.
"Este gobierno tiene una oportunidad histórica de cambiar el paradigma en la relación con el pueblo mapuche. Pasar del asistencialismo y de la criminalización, al diálogo político de alto nivel. ¿Sucederá? Es noticia en desarrollo"
Pedro Cayuqueo
"Ese enfoque ve a los mapuches como enemigos internos de una causa que no tiene legitimidad. La observa desde el prisma del terrorismo, de la delincuencia, del vandalismo, y ante ese enfoque la respuesta pareciera ser siempre represión y judicializar el conflicto, llevarlo a tribunales", explica.
Pero Cayuqueo vislumbra que "en los últimos tiempos, ha comenzado a suceder una disputa a nivel de La Moneda entre qué enfoque va a predominar en el tratamiento del tema indígena"."Estoy convencido de que actualmente esa disputa es real, que existe una pugna interna sobre quién tiene sobre su escritorio la carpeta indígena", afirma.
"Creo que hay un aprendizaje que ha llevado a que sectores del Gobierno vayan comprendiendo que la salida al tema para nada es policial, sino que requiere un abordaje distinto, quizás un tercer abordaje: ya no solamente desarrollo económico, no represión, sino más bien la posibilidad de dialogar políticamente", agrega.
La posibilidad de diálogo
Después de los acontecimientos del fin de semana, el ministro Moreno anunció otro hecho que busca ser un hito: una cumbre en la región donde se reunirán más de cien personas, entre ellos representantes de empresas forestales y agrícolas, loncos mapuche, rectores de universidades.
"Nos vamos a juntar dos días, estaremos noche y día simplemente para conocernos", afirmó el titular de la cartera en Canal 13. También participará Víctor Ancalaf, histórico ex dirigente de la CAM, pero no Héctor Llaitul.
Llaitul, por su parte, valoró el permiso concedido a Córdova como "una buena noticia para el machi y para todo nuestro pueblo", y anunció el cese de todas las "acciones de resistencia" relacionadas a su solicitud. También se mostró abierto a la posibilidad de iniciar un diálogo "político de alto nivel" con el Ejecutivo.
"Nosotros tenemos la cultura del diálogo", afirmó desde el Gobierno el intendente de la región, Luis Mayol. "Estamos dispuestos a dialogar, pero con todas aquellas personas que de buena fe quieran construir diálogo, armonía y una región en paz, que quieran ir a un acuerdo de paz verdadera, que públicamente renuncien al uso de la violencia y que estén dispuestas a someterse al estado de Derecho. Dicho eso, bienvenidos todos los que, enmarcándose en lo que acabo de señalar, estén dispuestos y quieran negociar", aseguró.
Para Cayuqueo, la disposición a conversar de la CAM no se trata de un hito reciente sino que han realizado manifestaciones de ella hace al menos dos años. "Lamentablemente no tuvieron eco en La Moneda", cuenta. Hoy, dice, podría darse una sincronía. "La organización más activa y con más trayectoria en el mundo radical mapuche está dispuesta a conversar, y quizás hoy coincide con otros factores como el cambio de Gobierno y la llegada del ministro Moreno", señala.
Un "negociador por excelencia"
"Es el primero que se está aventurando en esta tarea, el primero que se atreve, porque los anteriores ministros de Desarrollo Social se subordinaban a lo que pasaba en Interior. Se reconoce su atrevimiento en la forma de abordar el tema", dice desde su vereda el director ejecutivo de Fundación Chile Intercultural, Venancio Coñuepan.
Para Cayuqueo, Moreno es "un ministro empoderado" y señala que el permiso a Córdova es "la primera victoria política relevante que ha tenido Desarrollo Social sobre el Ministerio del Interior".
"La letra del Plan Impulso Araucanía va a ser la vara para determinar si esto es un cambio de paradigma o es lo mismo, porque estos gestos sí son importantes, pero pueden ser vacíos"
Venancio Coñuepan
"Es un negociador por excelencia, que se ha destacado por eso en su trayectoria como empresario. Estuvo a cargo de la fusión de grandes grupos económicos y es alguien bastante pragmático, que entiende que el arte de resolver conflictos se trata de la conversación y la negociación", añade.
Para Coñuepan, también es mérito del ministro haber logrado reunir a la familia Luchsinger con el pueblo mapuche. "Donde sí tengo mis dudas en el fundamento mismo de por qué lo dejaron: ¿Fue una cuestión política, un reconocimiento real a los derechos indígenas o para evitar entrar a un conflicto más grande?", plantea.
La "letra" del Plan Impulso Araucanía
A pesar de que reconoce señales positivas, Coñuepan mantiene cierto escepticismo. "Se están dando pasos importantes que hacen creer, pero ver para creer", afirma. A su juicio, el rumbo de la relación se verá fuertemente marcado por "la letra" del Plan Impulso Araucanía, que el Presidente dará a conocer el próximo 20 de agosto.
"Si no hay un reconocimiento a las causas de origen del conflicto, de que hay un despojo territorial al que responder, que hay derechos que no han sido reconocidos como el del machi, que hay un conflicto político; si se habla sólo de pobreza y de inseguridad, es más de lo mismo, y todo hito que se haya hecho en estos meses es un mero bluff", explica.
"La letra de ese acuerdo va a ser la vara para determinar si esto es un cambio de paradigma o es lo mismo, porque estos gestos sí son importantes, pero pueden ser vacíos", añade.
Cayuqueo se manifiesta en un sentido similar. "Este gobierno tiene una oportunidad histórica de cambiar el paradigma en la relación con el pueblo mapuche. Pasar del asistencialismo y de la criminalización, al diálogo político de alto nivel. ¿Sucederá? Es noticia en desarrollo", concluye.
