SANTIAGO.- Año 1925. Mientras gobernaba el Presidente Arturo Alessandri se produjo un cambio histórico y radical en las relaciones entre el Estado de Chile y la Iglesia Católica: se estableció oficialmente la separación de ambos estamentos.
La institución eclesial se convirtió en un organismo privado, por lo que perdió su cualidad de intervenir directamente en asuntos públicos, lo que no significó que haya dejado de influir en la sociedad en su calidad de ente moral.
Desde entonces, la relación de la iglesia y el Estado, según canonistas e historiadores consultados por
Emol, se mantuvo de forma fluida, "sin grandes problemas", manteniendo un vínculo directo salvo durante la dictadura del gobierno de Pinochet.
Ejemplo de ello es la ceremonia del Tedeum Ecuménico, que se realiza cada 18 de septiembre y al cual asiste el Presidente de la República.
Dicha ceremonia está hoy en la palestra pública por la participación del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien debería encabezar el acto. Pero la crisis que atraviesa la Iglesia católica chilena, por las decenas de casos de abusos cometidos por miembros de la institución, donde el cardenal fue citado a declarar como imputado por encubrimiento, ha puesto en entredicho su presencia. Incluso algunas autoridades como la presidenta de la Cámara, Maya Fernández, ya señaló que no asistiría si es que el cardenal lideraba el evento.
Distancia con Ezzati
A 48 días del Tedeum, es claro que la relación de La Moneda con la jerarquía de la iglesia católica atraviesa por un momento de distanciamiento, que algunos se aventuran en señalar que no tiene parangón en gobiernos democráticos.
Las señales no son pocas. En el Ejecutivo aseguran que el Presidente Piñera no ha hablado con Ezzatti en los últimos meses. Una última reunión formal entre ambos fue cuando el cardenal lo visitó en su casa luego del triunfo en las elecciones en diciembre. Aunque ambos han coincidido en algunos actos oficiales, luego de que asumiera el Mandatario.
Cabe recordar que Piñera, cuando era candidato presidencial, no asistió al Tedeum del año pasado argumentando que
pasaría Fiestas Patrias con sus nietos. No obstante, si acudió a la ceremonia que organizaron las iglesias evangélicas semanas después.
La semana pasada, el Mandatario realizó un lapidario análisis del impacto que han tenido los casos de abusos, señalando que "toda la evidencia que tenemos hoy día hace pensar, yo no soy juez, de que algunos altos miembros de la Iglesia Católica tuvieron conocimiento de estos hechos y no actuaron como debieron haber actuado. Debieron haber denunciado, proteger a los niños y tener mucho más coraje para abordar la situación".
Y agregó: "Yo espero que el Papa, que siento que hoy tiene toda la información, tome las decisiones que tiene que tomar. Ya ha anunciado algunas como el retiro de algunos obispos, pero no me quiero anticipar a su decisión",
En esa línea, la ministra Secretaria General de Gobierno, Cecilia Pérez, se reunirá con un grupo de víctimas de abuso en el Observatorio de Participación Ciudadana y No Discriminación del Ministerio Secretaria General de Gobierno.
Para los miembros del organismo mencionado, las autoridades de la Iglesia ya dejaron de ser un interlocutor válido en relación a establecer reparaciones para víctimas de abusos. "Claramente nosotros no vemos ninguna disposición de la Iglesia de querer sanar y avanzar rápidamente en esta mugre que nos ha tocado vivir durante muchos años", señaló ayer a este medio Sebastián del Río, quien participará de la cita con la secretaria de Estado. Es por eso que piden que sea el Gobierno quien asuma ese rol.
Respecto a si el Mandatario asistirá o no al Tedeum, si es que Ezzati continúa como arzobispo de Santiago, desde el palacio presidencial recordaron que eso es decisión del Gobierno, aunque mencionaron que existe expectación con las medidas que tome el Vaticano y así confirmar si estarán presentes para la ceremonia religiosa de Fiestas Patrias.
¿El cardenal debiese encabezar el Tedeum?
Para el doctor en historia de la PUCV y experto en la Iglesia Católica, Marcial Sánchez, la situación entre la Iglesia y el Gobierno podría transformarse en una tensión inédita bajo administraciones democráticas desde 1925. Pero recalcó que aún no se ha llegado a eso, sino más bien existe una suerte de "preocupación" en el entorno.
"El Presidente tiene una preocupación hacia la jerarquía de la Iglesia, porque tenemos un cardenal imputado. Y tenemos además casos que se están investigando. Uno levanta una piedra y sale un caso (...). Un ente moral no puede darse el lujo de lo que está sucediendo a luz de su jerarquía", explicó.
En ese sentido, Sánchez interpretó las últimas declaraciones de Piñera e indicó que "en otras palabras él (el Presidente) le está diciendo al Sumo Pontífice 'oiga, por favor, hagamos los cambios pronto para poder ordenar efectivamente el país', porque todo lo que está sucediendo está generando un clima no adecuado para el Tedeum de los 200 años de independencia de Chile (1818). Un clima no adecuado en todo el espectro".
"Tenemos a todo el Estado sobre la mesa. Ahora (la crisis de la Iglesia chilena) es un tema de Estado y esa es la noticia. Tienes a los tres elementos del Estado actuando preocupados para que esto no siga creciendo"
Marcial Sánchez
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Tenemos a todo el Estado sobre la mesa. Ahora (la crisis de la Iglesia chilena) es un tema de Estado y esa es la noticia. Tienes a los tres elementos del Estado actuando preocupados para que esto no siga creciendo", añadió.
Por todo lo anterior, enfatizó el historiador, "yo pienso que Ezzati no debe encabezar el Tedeum. Obviamente hay actores que provocan que estas situaciones se complejicen más, por lo que yo creo que la participación de Ezzati en el Tedeum no es una buena señal".
Para que el cardenal no participe del Tedeum tiene que ser él quien dé un paso al costado. Otro escenario sería que el Vaticano se pronuncie al respecto y solicite al cardenal no realizar el evento. Incluso Sánchez sostuvo que Piñera podría pedírselo directamente. "Eso último yo creo que es un camino súper válido", afirmó.
Misma impresión es la que tiene un importante presbítero -que prefirió mantener su nombre bajo reserva-, quien aseguró que "la calidad de imputado del cardenal afecta gravemente el acto republicano del Te Deum en la tradición e historia de Chile", y ante tales circunstancias, continuó, "lo mejor es que el Papa acepte su renuncia, o bien, el mismo cardenal -en bien de la paz social- delegue en otro la responsabilidad".
El sacerdote manifestó su esperanza de que las relaciones entre el Gobierno y la jerarquía eclesial "puedan ser cada vez mejores. Sin embargo, por el momento, veo que el Gobierno está dando pasos muy prudentes de vinculación a efectos de no sufrir daños colaterales por su relación con la Iglesia".