SANTIAGO.- A días de que Michelle Bachelet asuma su cargo como Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, desde la Oficina de Ética de la ONU zanjaron la polémica generada luego de que diversas figuras del mundo político instaran a la ex Mandataria a renunciar a su dieta de ex Presidenta, cuando inicie sus funciones.
En esa línea,
la vocera de la entidad, Florencia Soto Nino-Martínez, afirmó a La Tercera que efectivamente "de acuerdo a nuestra Oficina de Ética, los miembros del personal de la ONU no aceptarán ningún honor, decoración, favor, regalo o remuneración de cualquier gobierno, para garantizar las obligaciones de independencia e imparcialidad requeridas".
Sin embargo, agregó que "la Oficina de Ética no considera que la pensión que recibe la Presidenta Bachelet sea una remuneración, sino un derecho que no violaría las normas del personal".
La polémica se inició con las declaraciones de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien advirtió que la ex Presidenta Bachelet debía renunciar a todo vínculo con Chile si es que asumía en su nuevo cargo de Alta Comisionada, debido a la incompatibilidad que el propio reglamento del organismo establece.
En la ocasión, la edil hizo referencia a un capítulo del reglamento de la ONU, titulado "Staff Regulations and Rules of the United Nations", en el que señala que "ningún miembro del staff aceptará honores, condecoración, favores, regalos o remuneración de ningún gobierno".
A lo anterior se sumaron los
diputados UDI, Jorge Alessandri y Juan Manuel Fuenzalida, quienes afirmaron que si la ex Jefa de Estado no renunciaba voluntariamente a la asignaciones, "esta doble ventaja económica atentaría precisamente a su propuesta de igualdad entre todos los chilenos y se alejaría del sentido original cuando se consagró constitucionalmente que los ex Presidentes recibiera una dieta y pago de asignaciones por la alta dignidad de su cargo".