Piñera después de La Haya: Un triunfo "contundente" que "le dará un aire" al Gobierno, pero que puede durar "un suspiro"

El éxito apabullante del Estado de Chile en La Haya golpea, por defecto, al gobierno de turno, en este caso a Sebastián Piñera. No cabe la menor duda de que le va a ayudar, en el corto plazo, a mejorar un poco la imagen que tenía y que estaba decayendo en las encuestas.

Pero como todas las cosas en política, el triunfo dura lo que dura un suspiro, porque todo es muy líquido. Le va a sacar el máximo de provecho a este tema, como le sacó en su momento al tema de los mineros, pero no hay éxito que valga hoy en la dinámica de la política: todo es muy rápido, muy violento en general. La ciudadanía ve esto como un producto de consumo: lo probó, lo digirió, y se va a otra cosa.

No existe la menor duda de que esto le va a dar un aire al Gobierno y al Presidente por un tiempo, un par de semanas quizás, pero veremos qué pasa después.

También hay otro elemento que no es causal: junto con La Haya viene el aniversario del plebiscito, que es súper importante para el impacto y reforzar la imagen. Si no hace un evento con un lenguaje y una retórica correcta para conmemorarlo, se puede generar un impacto que va a ir minando rápidamente lo que haya ganado a partir de hoy.

En general, los temas de relaciones internacionales y política exterior chilena son bastante bien evaluados por los ciudadanos. En este caso, como se trataba de una controversia donde se involucraba soberanía, veíamos que gran parte de los ciudadanos iba a castigar muy fuerte a alguien que apoyara la posición boliviana. En este contexto, que haya salido un fallo tan contundente, tan favorable a Chile —si bien gran parte pensaba que se iba a ganar el fallo, no era seguro que iba a ser tan contundente la victoria— es un reconocimiento a distintos sectores que se unen en pos de una causa, que es defender los intereses nacionales, y claro que va a ser algo positivo.

Para Piñera va a ser súper positivo, en términos de que se mostró una alternativa, una estrategia que fue elaborada desde el Gobierno, pero con la asesoría y participación de distintos actores sociales y políticos que son de gobiernos anteriores y han tenido continuidad: una cooperación exitosa que involucra algo que trasciende el interés partidario

Pero esto no va a ser de largo plazo. Ahora volvemos a lo que fue antes de que Bolivia nos demandara. Ya escuchamos que Evo Morales dijo que esto es irrenunciable, por lo que si bien Piñera va a poder sacar frutos y es un fallo totalmente positivo, hay que pensar en cómo se va a abordar de aquí en adelante esta relación bilateral que, nos guste o no nos guste, es de vecinos, y no termina hoy con el fallo.

Va a dar la sensación de que es el Estado y el gobierno genérico el que gana con esto, porque es el esfuerzo conjunto de todos los gobiernos de Chile. Eso es cierto, pero en parte también es cierto que hay ciertos líderes, que son las personas responsables. Yo creo que Bachelet tanto como Piñera son partícipes en esta gran victoria.

Yo creo que Piñera puede sacar réditos locales y que lo debiese hacer, porque lo necesita para mantenerse a flote en términos de aprobación presidencial. Sabemos que la semana 27 y 28, que son las últimas de septiembre, son aquellas en las que se empezaron a cruzar las líneas de aprobación y desaprobación en los últimos dos gobiernos, entonces creo que a Piñera le viene bien una victoria de este tipo. La tarea de Piñera es precisamente mostrar lo que él hizo sin ninguna vergüenza, creo que tiene que usar este momento para ganar tracción en su agenda legislativa.

¿Cómo hacer que el efecto se sostenga en el tiempo? Mostrando cuáles son las cosas que hizo. Está la figura de Heraldo Muñoz, hacia quien el PPD quiere apuntar el foco de luz, pero fue Piñera quien lo mantuvo, como una de las primeras cosas que hizo de vuelta de sus vacaciones en enero. Esa fue una decisión estratégica.

Dado que el tema más o menos queda zanjado y que no hay otros recursos legítimos que se puedan utilizar, creo que por fin puede celebrar la victoria e interferir en esto desde un ángulo de política local como no lo pudo hacer antes, porque no habría sido aceptado tanto por la oposición como por su propio bando. Es algo a lo que "sacarle el juego" hasta que no se haya vuelto demasiado viejo.