SANTIAGO.- Aunque se suele poner el énfasis en el problema de la obesidad que afecta a la población chilena, en el país también existe un importante número de personas que se encuentran subalimentadas, es decir, que no cumplen con los requerimientos energéticos mínimos diarios para llevar una vida saludable y activa.
Así lo indica el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que señala que el hambre ha aumentado en el mundo en los últimos tres años.
En el caso de Chile, la prevalencia de la subalimentación alcanza un 3,3%, lo que equivale a cerca de 600 mil personas.
La representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, señala que "no debemos olvidar que en el país aún persisten focos de inseguridad alimentaria grave, por lo que debemos combatir la doble carga de la malnutrición", aludiendo a la subalimentación y la obesidad.
Agrega que "el mundo se ha fijado el objetivo de lograr el 'hambre cero' para el año 2030 y Chile es parte de este compromiso".
Estas cifras fueron entregadas por la FAO en la antesala del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre.
Segundo país de la OCDE con mayor obesidad
En el caso de la obesidad, ésta continúa en aumento en el país. De acuerdo al último reporte de la OCDE, entre 2016 y 2017 Chile registró un aumento del 9,3% en la proporción de personas mayores de 15 años que se encuentran obesas.
Así, mientras en 2016 el país ocupaba el octavo lugar entre los países de la OCDE, con un 25,1% de obesidad en adultos, hoy se ubica segundo, con el 34,4%. El ranking lo lidera Estados Unidos, donde el 40% de la población adulta sufre de obesidad.
En el caso de los menores de 5 años, el último informe de la FAO indica que Chile tiene una de las mayores tasas de sobrepeso infantil de América Latina y el Caribe, con un 9,3%.
"Estamos ante un panorama nutricional crítico. El sobrepeso y la obesidad están deteriorando el bienestar de la población chilena y aumentando el riesgo de enfermedades no transmisibles, como infartos, diabetes y ciertos tipos de cáncer", advierte Crowley.
Agrega que "las causas de este fenómeno son múltiples, pero principalmente está asociado a malos hábitos de alimentación, un consumo excesivo de productos ultraprocesados y escasa actividad física".
De hecho, según la Encuesta de Consumo Alimentario del Ministerio de Salud, sólo el 5% de la población chilena come saludable y un 86,7% es sedentario. Además, las personas no siguen las recomendaciones mínimas de las guías alimentarias. Así, sólo el 28,3% toma agua regularmente y apenas el 15% consume las porciones recomendadas de frutas y verduras.
"En Chile se están aplicando medidas para combatir este fenómeno, como el etiquetado nutricional, quioscos saludables y restricción de la publicidad, pero hay que avanzar más. Más educación, más incentivos para acceder a alimentos sanos, más vinculación con ferias libres y mercados saludables", indica la representante de la FAO.
Destaca que desde esa entidad "apoyamos al Gobierno en políticas públicas de alimentación saludable, agricultura local y pesca sostenible. Además, estamos contribuyendo técnicamente en iniciativas legislativas que hacen frente a la malnutrición" y remarcó que "esto no se resuelve con medidas aisladas, urge un acuerdo nacional".