SANTIAGO.- Un antiguo pasadizo subterráneo, que comienza en la facultad de Odontología de la U. de Chile, en Independencia, cruza por Avenida La Paz, y llega hasta el Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak (ex Casa de Orates), en Recoleta, fue el sorpresivo hallazgo realizado el pasado martes por trabajadores de Enel.
Las primeras informaciones hablan de que el túnel -hecho de piedras y ladrillos y conservado en buen estado-, tendría una data entre mediados del siglo XIX y principios del XX, y que podría ser parte de una posible red subterránea que conectaba los distintos recintos de salud emplazados en el entonces sector de La Chimba, hoy Recoleta e Independencia. Incluso no se descarta que esto también podría comunicar con el Cementerio General.
El hallazgo tendría 15 metros de longitud, 2,5 de ancho y 2,4 de alto. Sus extremos están bloqueados con tierra y elementos de construcción. Al oriente, detalló el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán, se proyecta hacia túneles en desuso del psiquiátrico, mientras que lo que hay hacia el poniente aún es un misterio.
Para comenzar a formar una imagen de lo que podría significar este descubrimiento y la utilidad que pudo haber tenido en su época, Emol habló con expertos en la historia capitalina y su arquitectura, quienes consideran "bastante probable" la hipótesis de una red subterránea considerando que La Chimba era un sector donde "históricamente" se instalaron lugares poco deseados en esos años, como cementerios, hospitales y manicomios. Y aseguran que la utilidad de estos pasadizos habría sido más bien "práctica".
"Red de circulación de muertos
"Yo creo que la hipótesis de una red subterránea que se plantea es bastante probable. Todo ese terreno al norte de la ciudad fue destinado a recintos hospitalarios en el siglo XIX", fecha que calza con la data probable del túnel, señaló el académico de Historia de Chile de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile, Patricio Duarte.
En esa línea, el académico sostuvo que en la época ese tipo de establecimientos "usaban tener ciertas conexiones directas con cementerios por un tema de manejo sanitario. Eso está establecido que existía entre el hospital San José y el cementerio, había comunicación directa.
"Esa zona de la ciudad no tuvo un poblamiento tan intenso que permitiera suponer que hubiese otro tipo de instalaciones que ameritaran ese tipo de infraestructura. Lo que más hace sentido es que esto esté relacionado con la infraestructura de carácter sanitaria, como hospitales y manicomios", recalcó, agregando que la red pudo haber sido para "hacer una circulación controlada y protegida de los muertos que fallecían por algún tipo de epidemia y evitar una propagación".
"Santiago era una ciudad con muchos túneles
Para Simón Castillo, profesor de la escuela de Historia y Arquitectura de la UDP, particularmente el túnel debió haber cumplido un objetivo práctico que era "comunicar la Casa de Orates con las dependencias de que lo que, antes de ser la escuela de Odontología, era el Hospital San Vicente de Paul de la U. de Chile".
Lo anterior no le parece demasiado extraño, ya que "los antiguos santiaguinos tenían, al parecer, mucha más circulación bajo tierra que la que creemos (...). Para los antiguos santiaguinos esto no era un tema ajeno. Era una ciudad que tenía muchos túneles, muchos más de los que conocemos". De hecho, según Duarte, en los entonces terrenos de los monasterios capitalinos también existen registros de pasadizos subterráneos para conectarse entre sí.
"Hay que recordar que desde el último tercio del siglo XIX, estoy hablando de 1870 en adelante, Santiago tuvo permanentes epidemias, con tasas de infectados muy superiores al promedio, y que no tenían solución rápida, y claro, esto pudo haber sido ocupado para aquellos pacientes más enfermos y con más riesgo de contagio"
Simón Castillo
Sobre la posible red de túneles sanitarios en La Chimba, Castillo expuso que si bien pudieron haber sido utilizados para el traslado de pacientes, el cree en mayor medida, "sin poder dar una respuesta tajante", que era para "el traslado de insumos y carga", aunque de todas formas no descarta que hayan servido para mover enfermos aquejados por epidemias de ese entonces, como la tuberculosis o viruela.
"Hay que recordar que desde el último tercio del siglo XIX, estoy hablando de 1870 en adelante, Santiago tuvo permanentes epidemias, con tasas de infectados muy superiores al promedio, y que no tenían solución rápida, y claro, esto pudo haber sido ocupado para aquellos pacientes más enfermos y con más riesgo de contagio", dijo.
Por lo mismo, aseguró que "no sería para nada extraño" que la eventual red subterránea conectara con el Cementerio General. Imagínate que esto lo acabamos de descubrir, imagínate cuántos otros túneles y ramales están sin descubrir".
"Preexistencia inca"
Otra teoría interesante expuesta por Castillo dice relación con que existe una posibilidad, aunque baja, de que estos túneles tengan una "preexistencia inca", es decir que éstos pudieron haber sido construidos sobre la base de acueductos subterráneos incaicos confeccionados en el valle del Mapocho. "Esto es muy preliminar y puedo estar equivocado", insistió.
"Los incas eran expertos en el manejo de agua y la red hídrica de Santiago que funcionaba en la colina es herencia, en muy buena medida, de los incas. Ellos desarrollaron una extensa red de acequias y canales, algunos de ellos bajo tierra, la mayoría en superficie por supuesto. Se podría pensar eventualmente que en el túnel antes quizás hubo algo así. No lo veo tan así, pero no es tan descartable".
Por ello, cerró, "lo que alguna vez pudo haber sido un acueducto, pudo haber sido reformado en el siglo XIX y reconvertido en este túnel peatonal o de carga, el que yo me inclino a pensar, de manera muy primaria, que se constituyó como un elemento de conectividad entre dos recintos sanitarios".
