Un estudio realizado por la ONG Fundación Ciudadanía Inteligente (FCI) sostiene que Chile ocupa el tercer lugar en América Latina en la apertura de datos covid-19, un tema que ha sido ampliamente debatido por especialistas y alcaldes que demandan más información al Ministerio de Salud acerca de la pandemia.
En este escenario, el Gobierno anunció anoche que a partir de esta jornada el Registro Civil publicará la información del número de muertes diarias por comunas, tras los tuits de la periodista Alejandra Matus con los que afirmó que según datos del organismo, a una solicitud de Transparencia, "entre el 3 de marzo y el 29 de abril de 2020, en Chile murieron 4.201 personas por enfermedad respiratoria. A esa fecha, Minsal registraba 209 fallecidos por covid-19"; versión que fue descartada hoy por el ministro Jaime Mañalich en su reporte de la pandemia.
En este contexto, la ONG afirmó que "en la medición de estadísticas generales, los primeros puestos los ocupan
Colombia y México. En tanto, en los últimos lugares están
Bolivia y Nicaragua.
Chile, por su parte, se encuentra en el tercer lugar de la región".
El estudio -dicen en la FCI- evaluó la calidad de apertura de datos oficiales en los 20 países de la región, considerando dos categorías: estadísticas generales (número de infectados o fallecidos por sexo y edad, entre otros) y microdatos anonimizados.
Sólo tres países de la región proporcionan esta información desagregada: México, Colombia y Paraguay, añadió, explicando que el estudio se llevó a cabo entre el 12 y el 13 de mayo.
"La escasa publicación de microdatos en América Latina es grave, porque son precisamente estos los que permiten abrir a la comunidad científica y la sociedad civil la toma de decisiones y mostrar un trabajo colectivo que involucre no sólo a las autoridades, sino que a todo un país", señaló la coordinadora de proyectos de Ciudadanía Inteligente,
Auska Ovando.
"Si los datos no se publican correctamente, y la gente se queda con la sensación de que las decisiones respecto a la pandemia se toman a puertas cerradas, baja la confianza en los gobiernos y sus acciones, lo que en un contexto de pandemia puede significar la diferencia entre una ciudadanía que se protege y una que se expone", agregó.