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Pandemia a lo largo de 4.300 kilómetros: Los retos e inconvenientes de enfrentar el covid-19 en un país centralizado

Aunque algunas iniciativas del Gobierno, como crear un sistema integrado de camas críticas y fortalecer los laboratorios locales, han sido aplaudidas desde las regiones, existe un reclamo por profundizar la descentralización.

13 de Julio de 2020 | 08:20 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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Traslado de paciente UCI a regiones.

El Mercurio
Fue precisamente desde fuera de la Región Metropolitana que el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, lo dijo. Ese domingo 3 de mayo, desde la costa en Valparaíso y al informar 13 muertes y 1.228 casos positivos, lanzó una advertencia: "Si no damos en serio, con toda la energía, la Batalla de Santiago, la guerra contra el covid-19 se va a perder".

Sus palabras tenían un respaldo en cifras: las 13 muertes correspondían a personas de la capital y el 81% de los nuevos diagnósticos se concentraban ahí. Pero esas palabras removieron algo en la microbióloga Cristina Dorador, en Antofagasta. "La batalla de Santiago invisibilizó a todo lo demás. Era el punto a concentrarse, y el resto tendría que esperar, como siempre nos ha pasado. Siempre estamos esperando a que se nos considere", dice a Emol.

Para el presidente ejecutivo de Espacio Público, Diego Pardow, el protagonismo que la RM ha tenido en la pandemia se debe a que el mayor brote se dio ahí. "Eso ha hecho que las cosas efectivamente se centralicen, porque los órdenes de magnitudes de Santiago son distintos que en otras ciudades de Chile. Santiago es mucho más grande que lo que queda fuera de la Región Metropolitana", explica.

"Efectivamente en los números Santiago lidera los fallecimientos y casos, por lejos", acota Dorador. "Pero si eso tú lo extrapolas en las regiones, ves que aunque son menos casos, ocurren en poblaciones mucho más pequeñas que tienen particularidades que son irrepetibles. Falleció una señora de Quillagua, una localidad de 200 personas. Se fue ella y se fue parte del legado aymara de la zona con ella. Es triste y es doloroso", cuenta.

Hoy, la situación Antofagasta preocupa: es la tercera región con más casos confirmados y más muertes, y varias de sus comunas se encuentran en cuarentena. Desde allá, Dorador levanta un reclamo antiguo en un país de más de 4.300 kilómetros de longitud, pero que vuelve a la palestra en medio de la pandemia: "Chile es un país centralizado", dice. "Existe en el aire un sentimiento de injusticia histórico y un poco de abandono. Suena un poco dramático, pero hay cosas que son inaceptables".

Se trata de un debate antiguo y difícil de abordar en un país donde se calcula que cerca del 40% de la población nacional vive en la Región Metropolitana. Si se le suman los habitantes de la vecina Región de Valparaíso, el porcentaje se acerca a la mitad del total del país. La discusión sobre cómo descentralizar Chile todavía no ha sido zanjada y aunque han aparecido alternativas, como la elección directa de gobernadores, todavía no se terminan de determinar sus atribuciones ni su puesta en marcha.

Un sistema integrado


El primer caso de coronavirus en Chile se confirmó en Talca, en la Región del Maule, gracias al análisis del único laboratorio autorizado en ese momento para diagnosticar el virus: el Instituto de Salud Pública en Santiago. Hoy, a cuatro meses de ese día, diariamente reportan nuevos diagnósticos al Ministerio de Salud cerca de 90 laboratorios en todo Chile.

Desde el inicio de la pandemia, la estrategia del Gobierno para enfrentar la amenaza del SARS-CoV-2 buscó una coordinación territorial: el 27 de marzo, el Ministerio de Salud anunció la creación del Sistema Integrado de covid-19, que incluía camas intensivas de la red pública y privada de todo el país según dictara la necesidad.

Chile partió la pandemia con un solo laboratorio en Santiago y hoy se han habilitado más de 90 en todo el país

En la práctica, el sistema ha permitido cientos de traslados de pacientes críticos hacia los centros de salud con capacidad para darles tratamiento, sin importar su lugar de origen. Los recintos hospitalarios, además, han recibido un refuerzo equipamiento, como ventiladores mecánicos, y en algunos casos incluso personal médico.

A pesar de reconocer todo eso como un avance, la doctora Lilian Fernández —miembro de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar y trabajadora de la atención pública en el Servicio de Salud Araucanía Sur— cree que la integración de las regiones en el combate contra el virus podría ser mejor, o más profunda.

"Nadie podría negar que el manejo de camas críticas tiene que ser centralizado, pero hay otros aspectos donde se tiene que descentralizar. Un país tan diverso como Chile no puede manejarse con un criterio centralista, porque las regiones tienen una realidad distinta a la de Santiago. Tiene que haber un reconocimiento de las decisiones locales que han tenido éxito", dice a Emol.

Las iniciativas locales


En La Araucanía hubo un brote importante al comienzo de la pandemia que incluyó el contagio del seremi de Salud. "Quedamos rápidamente descabezados y como no teníamos quién dirigiera la pandemia, el servicio de salud asumió esa responsabilidad. Se tomaron decisiones locales y rápidamente se armó una plataforma propia para dar seguimiento a los casos, a partir de una web abierta que puedes adaptar. Se activó una mesa de crisis y se trabajó con la atención primaria en trazabilidad desde el día 1", cuenta Fernández.

Esa es la iniciativa territorial que le gustaría preservar, porque asegura que gracias a ella y a la coordinación local lograron controlar el brote. "Yo ahora estoy preocupada porque ya le avisaron al servicio de salud local que tienen que usar la plataforma nacional, Epivigila, y estamos temerosos de que todo nuestro sistema, que ha funcionado, lo derrumbemos por el centralismo. Hay iniciativas locales que no hay que desacreditar, hay que entender que Chile es un país diverso y más bien relevarlas".

"Hemos insistido en que las iniciativas locales tienen que reconocerse. Es más, debieran haber mesas de expertos y de trabajo por cada región. No podemos seguir pensando que Chile se define solo desde Santiago"

Lilian Fernández
La idea de robustecer y estandarizar el uso de Epivigila surgió de la necesidad del Minsal de contar con cifras actualizadas de casos probables, confirmados y muertes. "Yo entiendo que necesitan la información, pero la información se está subiendo a Epivigila por el servicio de salud. La plataforma que están manejando todos los funcionarios de las comunas de acá es una alternativa local que ha funcionado, y yo sé que esto ocurre en otras partes", defiende la doctora.

"Hemos insistido en que esas iniciativas locales tienen que reconocerse. Es más: debieran haber mesas de expertos y de trabajo por cada región. No podemos seguir pensando que Chile se define solo desde Santiago", añade. Con respecto a la misma idea, Dorador tiene otra aproximación: que la mesa de expertos nacional tenga representación de todas las regiones.

"Estamos ante una de las peores pandemias y no es posible que en ese grupo de personas, por muy expertos que sean, no se incluyan las variables territoriales. Es análogo a lo que nos pasa con los temas de género: sabemos no es posible que sigan existiendo paneles de hombres porque se deja fuera a la mitad del componente humano, y cuando se toman decisiones nacionales entre personas de la RM se está dejando de lado también a la mitad de las personas que habitamos el país", agrega.

Un único mensaje nacional


A diario, el Ministerio de Salud se dirige en cadena nacional al país para hablar del avance del virus. De acuerdo al ministro Enrique Paris, la realidad nacional acumula más de 20 días de "moderada mejoría". Según las cifras que analizan los científicos, a comienzos de junio la RM vivió su primer peak, y desde entonces la curva va en descenso. Por la influencia que tienen los números de Santiago en el total nacional, la realidad país en promedio sigue la misma tendencia.

Pero en regiones la situación es dispar. Si bien algunas se encuentran en un escenario mucho mejor que el de la RM —de hecho, el desconfinamiento comenzó de manera gradual en las regiones de Aysén y Los Ríos—, hay otras que siguen en una espiral de ascenso, como precisamente Antofagasta, donde los casos siguen al alza.

"Espero que esto les haga sentido y sientan este clamor que tenemos. Si nos consideramos todos parte de un mismo país, tenemos que tener empatía por los demás habitantes"

Cristina Dorador
"Acá estamos expectantes y ansiosos, como están todas las personas del territorio nacional. Todos estamos sufriendo temas de salud mental, de angustia", explica Dorador. Por eso, al prender el televisor y escuchar que las cifras muestran una mejoría sienten una disonancia. "Estoy en un lugar donde los casos están subiendo mucho, hay partes donde está pasando lo mismo, entonces también hay una desconexión".

En ese sentido, asegura que ha sido fundamental el rol de los medios de prensa local y de algunos periodistas independientes que informan a través de redes sociales. También hay gobiernos regionales que realizan su propio balance por streaming, como el de Valparaíso. "No esperamos que los canales nacionales vayan a mostrar lo que está pasando en Tocopilla o María Elena, porque eso no va a ocurrir, pero las imágenes no solo crean la realidad sino que también la profundizan. Lo que no están mostrando claramente lo invisibilizan", dice.

En los casos confirmados en la región hay un detalle un poco anecdótico que Dorador cita para ilustrar un punto, porque en el fondo le parece que encierra algo más grave: hay 16 casos reportados el 1 de julio en la Región de Atacama pero que corresponden a la comuna de San Pedro de Atacama, que lleva el nombre del desierto y está situada en la de Antofagasta. "Ilustra súper bien el desconocimiento", afirma. "Es no conocer la geografia, no tener sensibilidad y aún así hablar por los demás".

Investigar la pandemia


El 1 de julio, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid) dio a conocer los resultados de la convocatoria al Fondo para Proyectos de Investigación Científica sobre covid-19, que eligió a 63 proyectos de 1.033 postulantes. 60% de las iniciativas elegidas corresponden a la Región Metropolitana.

"Me dio mucha tristeza", dice Dorador. "Detrás de toda postulación hubo un esfuerzo mayor por contribuir a intentar entender la pandemia. De nuevo: si no se considera esa perspectiva territorial, las preguntas que se van a resolver —que probablemente son muy interesantes y que la gente que lo va a llevar a cabo son los mejores en su disciplina— tienen que ver con esa realidad".

En la selección quedó un solo proyecto proveniente del norte de Santiago: la iniciativa de una científica de la U. de Antofagasta. "Nosotros tenemos que competir de igual a igual con grupos de investigación fortalecidos por mucho tiempo, con universidades consolidadas por décadas, entonces casi no tenemos chances, pero hay un tema de equidad que tiene que considerarse", explica.

"Los recursos que se ocupan para este tipo de proyectos, y más si son del Fisco, vienen de la minería que se desarrolla aquí. Esto nos hace ver de forma muy evidente que no hay una retribución ni un regreso de los recursos que se generan para la investigación local, y eso tiene que ser compensado", dice. En el nordeste de Brasil, cuenta, hay un porcentaje reservado de los fondos de investigación que se destinan exclusivamente a esa zona.

Y además, dice, las particularidades del territorio las tienen en mente principalmente quienes viven ahí y conocen el territorio. Por ejemplo, en Calama surge interés en entender el efecto de la altitud en los pacientes que son trasladados a zonas que están al nivel del mar, o el efecto de las cuarentenas en las comunas conectadas por la minería. "Hay procesos que son particulares regionales y que tienen que investigarse aquí. No veo a un grupo de Santiago que se especialice en eso, porque no es un interés".

Dorador aclara algo: no cree que sea necesariamente culpa del Ministerio de Ciencia. "Tiene que ver con un tema estructural que hace que los fondos de investigación no se hayan descentralizado", asegura, y comparte un anhelo. "Espero que esto les haga sentido y sientan este clamor que tenemos. Si nos consideramos todos parte de un mismo país, tenemos que tener empatía por los demás habitantes".
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