Sergio Micco, director del INDH.
Aton / Archivo.
Ayer se conoció que
Sergio Micco presentó la renuncia a su cargo como director del
Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), el que ejercía desde julio de 2019. A través de un comunicado, y explicando parte del proceso donde se pidió su dimisión, el organismo acotó que el propio abogado DC señaló que "había perdido la confianza de la mayoría del consejo".
Fue en la sesión del lunes recién pasado cuando "los consejeros y consejeras Constanza Valdés, Yerko Ljubetic, Consuelo Contreras, Francisco Ugás y Lieta Vivaldi, más el apoyo de Fernando Pairicán, quien está a la espera de su nombramiento formal, procedieron a pedirle la renuncia al director de la institución".
Esto a propósito de la "crisis profunda" que atraviesa el organismo y la "vulneración" de los derechos fundamentales de sus trabajadores, según criticaron los miembros del Consejo.
La presión por la salida de Micco no es inédita, sino que forma parte de una serie de tensiones que se vienen intensificando desde el estallido social de octubre de 2019, donde el Consejo ha estado dividido frente a la figura del abogado.
Según recoge El Mercurio, algunos de los principales hitos de una "administración bajo asedio", remontan a tres meses antes del estallido, en julio, cuando Micco asume en su cargo en medio de una polémica entre parlamentarios, donde la entonces diputada Andrea Parra (PPD) acusó de "una operación política de la derecha para destituir a su antecesora", mientras que el ex timonel DC, Fuad Chahín, lo respaldó.
Ya en octubre de ese año, dos días después del estallido, surge un nuevo hecho que complica al director: anunció las primeras querellas por excesos en el actual policial y el día 24, a petición del Consejo, anuncia su "preocupación por graves violaciones a los derechos humanos". Sin embargo, el día 27 asume su error y declara que se equivocó al avalar precipitadamente una denuncia de tortura por parte de funcionarios de la PDI.
En noviembre de 2019, Micco había señalado que en Chile "no había una violación sistemática" a los derechos humanos; pero al día siguiente debió matizar sus palabras y rectificó al decir que "estamos frente a violaciones graves a los derechos humanos" y que como INDH "no estamos en condiciones de afirmar si existe esta sistematicidad, pero tampoco es oportuno descartarlo".
El 14 de enero de 2020, funcionarios del INDH iniciaron una "huelga de advertencia" luego que el director acusara de cierto "sesgo" a algunos de los trabajadores, en referencia a las presiones que recibía en los sectores de izquierda.
En mayo de ese año, y en medio del alza de casos por covid-19, el director llamó a los jóvenes a respetar las restricciones sanitarias y planteó que "no hemos hecho lo suficiente por transmitir a los jóvenes una de nuestras verdades: no hay derechos sin deberes". Un grupo de consejeros de izquierda cuestionó sus dichos por "hacer depender los derechos humanos de los deberes".
En julio del 2021, organizaciones de estudiantes secundarios y víctimas de trauma ocular iniciaron una toma en las dependencias del INDH, la que se extendió por casi ocho meses. Micco se enfrentó así a los consejeros que no querían solicitar el desalojo del recinto y privilegiar el diálogo, pese a los fallidos intentos de negociación.
Ya en marzo, Micco decidió solicitar el desalojo a la delegada presidencial de la RM, Constanza Martínez, y finalmente el día 23 se depuso la toma tras la negociación del Presidente Gabriel Boric.