"Estar fuera de la sala de clases fue fatal", comentó el ministro a propósito de los resultados del Simce.
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El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, evitó calificar como un "terremoto educativo" los resultados del último Simce, que arrojaron una caída de hasta 12 puntos en Matemáticas y de hasta 6 puntos en Lectura, como consecuencia de las clases remotas que se implementaron durante la pandemia.
"El problema es serio, es grande, pero cuando se habla de 'terremoto' pareciera como que se destruyera todo, incluso hasta las bases. Eso es lo que pasa en un terremoto, se destruye una ciudad o se cae una casa completa. Y aquí nosotros tenemos que construir desde donde tenemos y sacar lecciones y aprender de aquello", comentó el ministro, en entrevista con Tele13 Radio.
Explicó que "mi discrepancia con el concepto es que cuando usted tiene que poner altas expectativas sobre las comunidades educativas, esto que se pone en la prensa o los expertos y académicos, que muchas veces están bastante lejos del sistema educativo y ponen estos rótulos, finalmente es la desesperanza aprendida (...) Tiene que ver con poner un énfasis esperanzador respecto de aquello que tenemos hoy día, que es grave y de lo que tenemos que ocuparnos".
Consultado si los resultados del Simce le sorprendieron, el ministro afirmó que "yo me esperaba una urgencia mayor, por la estimación regional". "Yo he estado conversando con ministros de Educación de América Latina y lo que se estimaba para Latinoamérica y el Caribe era una disminución de 40, 50 puntos", apuntó.
Pese a ello, aclaró que "no son buenos resultados, para nada, son preocupantes (...) absolutamente muy grave, muy serio; es la consolidación de una tendencia de los últimos 10 años, venimos hace una década disminuyendo nuestros resultados en el Simce; es también la consolidación de esta fotografía de los últimos cuatro años y del golpe duro que significó para los estudiantes estar alejados de los establecimientos educacionales".
También afirmó que una de las principales conclusiones que se puede sacar es que "los colegios no pueden estar cerrados (...) No podemos perder un día, una hora más de clases". "Y ustedes han visto, yo he estado suficientemente presionado para suspender las clases y adelantar y alargar vacaciones", comentó, aludiendo a los llamados que han surgido en medio de la emergencia por la ola de virus respiratorios.
"El aprendizaje es acumulativo, se construye día a día. Dos años fuera de los establecimientos lo que hicieron fue que los chicos perdieran la base que tenían y que a veces no era tan sólida, pero estar fuera de la sala de clases fue fatal. Hoy día lo más importante es que los niños asistan a clases, todos los días, eso es fundamental", subrayó.