Indignación y una condena transversal ha recibido el crimen de una niña de 10 años, registrado la noche del sábado en medio de una balacera en Maipú. Se trata del sexto caso -desde diciembre- donde un menor de edad fallece en circunstancias del alza de violencia y homicidios que ha registrado la Región Metropolitana.
A inicios de diciembre, se registró la muerte de Antony, un menor de 5 años quien recibió un impacto de bala mientras se encontraba al interior de su casa junto a su abuelo, en la comuna de Padre Hurtado. El autor del crimen, identificado como Carlos Alarcón Barra (22), apodado "El Lechuga", aún no es detenido.
El 29 de diciembre, una niña de 13 años y dos adultos fallecieron en la comuna de
Pedro Aguirre Cerda. Según se informó de manera preliminar, el hecho habría ocurrido luego que desconocidos atacaran a disparos a personas que grababan un video musical en la población La Victoria.
El coronel de Carabineros, Gonzalo Urbina comentó sobre el hecho que "se desconoce el motivo por el que se enfrentaron con otro grupo de sujetos, entre los cuales hubo un intercambio de disparos", incluso habló de "un enfrentamiento entre, posiblemente, bandas rivales", pero resaltó que dentro de las tres personas fallecidas hay "lamentablemente una menor de edad".
El 31 de diciembre, un menor de 14 años recibió un impacto de bala en el abdomen, en plena vía pública en la comuna de La Granja. El fiscal Carlos Yáñez Díaz, del equipo ECOH, indicó en ese entones que, de manera preliminar, el menor recibió sólo un disparo, mientras que en el sitio del suceso "hay más de 20 evidencias balísticas que han sido levantadas". Añadió que el homicidio ocurrió en circunstancias desconocidas.
El primer fin de semana de enero, específicamente el domingo 7, se registró la muerte de dos adolescentes en La Cisterna. Esto, luego que sujetos que circulaban en un vehículo por el pasaje Dos 6442, efectuaran al menos 30 disparos contra un domicilio. Las víctimas fatales fueron dos hermanos de 14 y 17 años, mientras que otros dos hermanos de 16 y 17 años quedaron hospitalizados.
Este tipo de hechos, no sólo tienen como común denominador a víctimas inocentes, sino que también, que en todos los casos no se ha logrado la detención de los autores de los crímenes.
La semana pasada, en la cuenta pública de las cuatro fiscalías de la RM dieron cuenta del alza del 12% de los delitos en el periodo del 16 de noviembre de 2022 al 15 de noviembre de 2023, y si bien el tiempo de análisis no alcanza a incorporar estos decesos desde diciembre, la preocupación por los delitos violentos y homicidios no ha hecho más que ir en aumento.
Por su parte, la ministra del Interior, Carolina Tohá, comentó la semana pasada que en "los próximos días" se entregará la cifra consolidada de la cantidad de homicidios ocurridos durante el primer semestre del año pasado. Esto, porque de acuerdo a esa cartera, los homicidios disminuyeron a nivel país durante 2023 en un 9,4% respecto al año anterior. Según reconoció Tohá, las diferentes cifras que se han conocido "no contribuyen a dar tranquilidad a la ciudadanía".
Pero tampoco han podido dar tranquilidad las medidas en seguridad que se han tomado hasta ahora, por eso, los llamados a la acción, a propósito de los crímenes que han involucrado a menores, se han reactivado con fuerza desde distintos sectores. Entre ellos, han surgido solicitudes de mayor dotación policial, estado de excepción para la RM y un Pacto Nacional de Seguridad.
Organismos de la Niñez condenan crímenes
"Uno de los problemas más graves que históricamente ha enfrentado la niñez y adolescencia, es la violencia. Actualmente, las cifras en materia de violencia contra niños, niñas y adolescente, son dramáticas. Por este motivo, el llamado de la Defensoría de la Niñez dice relación con no valiar y condenar tajantemente toda forma de violencia contra la niñez", comentó el defensor de la Niñez, Anuar Quesille.
En esa línea, precisó que "el Estado, la sociedad y el mundo político tenemos un deber de erradicar toda forma de violencia, prevenir su ocurrencia y actuar conjuntamente para erradicar este flagelo que enfrenta la sociedad".
En tanto, la subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva, sostuvo a Emol que "nos desgarra el asesinato de una niña de 10 años en Maipú, pero por sobre todo nos ocupa, como ha dicho el Presidente, nos moviliza a perseguir con más fuerza la delincuencia, y es lo que el Gobierno ha estado haciendo y donde se requiere unidad de todos los sectores para seguir avanzando".
"Desde la Subsecretaría de la Niñez coordinamos el envío de antecedentes a la Defensoría de la niñez. Por otra parte, la oficina de protección de derechos se hará cargo del acompañamiento de la familia, tras los lamentables hechos. Nuestro compromiso con los niños, niñas y jóvenes en el país es irrestricto, por eso seguimos trabajando por la protección de sus derechos, especialmente a vivir en espacios protegidos", cerró.
"Escalada violentista" y "slongans"
¿Por qué se está dando este tipo de situaciones? Para Pía Greene, experta en seguridad y crimen organizado de la Universidad San Sebastián, "este es un síntoma del crimen organizado, de la cantidad de armas que existen hoy día, de la forma en que están actuando los criminales, por la cantidad de homicidios y cómo han subido, de la violencia, y de toda la crisis de seguridad en la que estamos hoy día".
"Más allá de lo lamentable de esos hechos, que se visibilizan aún mucho más al tratarse de menores, no es más que el reflejo de la escalada violentista en particular de todo el año 2023, que ha cobrado muchas víctimas inocentes en circunstancias parecidas y que ha dejado de manifiesto que el denominado Plan de Calles sin Violencia, está más cercano al slogan que a una realidad práctica".
Pedro Valdivia, experto en seguridad
Un diagnóstico similar tiene
Pedro Valdivia, coronel (r) de Carabineros y experto en seguridad, quien comenta que "más allá de lo lamentable de esos hechos, que se visibilizan aún mucho más al tratarse de menores, no es más que el reflejo de la escalada violentista en particular de todo el año 2023, que ha cobrado muchas víctimas inocentes en circunstancias parecidas y
que ha dejado de manifiesto que el denominado Plan de Calles sin Violencia, está más cercano al slogan que a una realidad práctica".
Esto, a juicio del experto, porque "planes para prevenir el homicidio de manera directa, sencillamente no existen por las características que ese delito tiene y más aun cuando están asociados a acciones de sicariatos o en el mundo del crimen organizado".
"Si analizamos más en profundidad, lo que estamos viviendo, podemos inferir que muchas de esas muertes ya no están asociadas a lo que se conoció como quitadas de droga, mexicanas en términos policiales, sino a disputas territoriales y traición a compromisos en sus propios códigos, donde queda de manifiesto la ausencia del Estado. Por ello es que cada una de esas muertes, lleva un mensaje, lo que explica el cómo lo ejecutan", precisó.
Cómo enfrentar el problema
Para Valdivia, es clave recuperar los espacios públicos y el control de las calles, "pero entendiendo que terminar con los narco mausoleos es solo una pequeña señal". Esto, sumado a que "nos encontramos con recursos policiales limitados, con una demanda policial superada por la oferta delincuencial al tener por ejemplo que reforzar sus propias medidas de seguridad en los controles que hoy debieran ser masivos, porque quien tienen al frente delincuentes que hasta granadas de guerra portan como complemento de sus armamento automático".
"Indispensable entonces presencia de controles policiales masivos, aun cuando los sectores políticos extremos lo califiquen como Estado Policial, que es lo que al parecer al Ejecutivo lo frena", comenta.
A su juicio, de ahí que lo sugerido por muchos alcaldes de manera transversal, de acudir a un estado de emergencia, "tiene un sentido práctico eficiente, ya que pueden aportar logísticamente y de apoyo a la labor policial cuando estas acciones de control se ejecuten como respuesta al fenómeno delictual que se vive, y que hoy no tiene, hora, ni día, ni lugar para ser cometido y que tenemos muy claro como comenzó, pro no como es factible dado las actuales condiciones pueda terminar".
Pía Greene, por su parte, agrega que es urgente "apuntar a una política de grandes cárceles, hablar del tema de Inteligencia para poder prevenir, para poder anticiparnos a estos hechos, y cuando vemos a menores que vemos que están creciendo en torno a estos hechos, tenemos que ver el tema de prevención social, donde tenemos que abocarnos a factores de riesgo, con jóvenes que son vulnerados o viven con vulnerabilidades asociadas".
Por su parte, Rocío Zepeda, experta en seguridad de la Universidad Mayor, comenta que "este tipo de situaciones ahonda en la crisis de seguridad que hay, es un tipo de delito más violento, para lo cual nuestras policías no están preparados para enfrentar".
En ese sentido, comenta que el problema se debe enfrentar de manera multidisciplinaria, y el Gobierno no puede hacerlo solo. "Se requiere cooperación de la oposición también, para sacar adelante leyes, se requiere un nivel de confianza con las fuerzas de orden y seguridad, para ir atacando los puntos más críticos. Y lamentablemente, este tipo de temas, que involucra a niños, se usan para aprovechamiento político".
