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¿Realismo o efecto electoral?: El surgimiento de voces oficialistas que endurecen el tono ante la inseguridad

La petición de militares para el resguardo de comunas, o llamados a que los "carabineros salgan a disparar" si es necesario, son parte de los llamados que han surgido desde el oficialismo en medio de la crisis de seguridad.

21 de Abril de 2024 | 07:09 | Por Daniela Toro, Emol.
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De izquierda a derecha: alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (RD); diputado Daniel Manouchehri (PS); diputado Raúl Soto (PPD).

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Prohibir el ingreso de ciudadanos venezolanos por 24 meses al país y restingir los envíos de dinero, desde y hacia ese país. Esas son las propuestas que hizo esta semana el diputado del PS, Daniel Manouchehri, como una fórmula para frenar la inmigración irregular, factor vinculado a la crisis de seguridad que vive el país.

Se trata, en sus palabras, de una forma de "tomar medidas drásticas" contra este flagelo, agudizado por la reciente tensión de Chile con ese país, luego que el canciller Yvar Gil negara la existencia del Tren de Aragua -dichos que después rectificó-, y la línea investigativa que hoy sigue el Ministerio Público en torno al crimen del ex teniente Ronald Ojeda: que fue planificado desde Venezuela.

Otro hecho que vino a subrayar la crisis de seguridad fue el asesinato del teniente Emanuel Sánchez el miércoles 10 de abril en la comuna de Quinta Normal. Allí, un grupo de cinco sujetos intentaron robarle un vehículo afuera de un supermercado, lo que abrió una balacera a que le quitó la vida al funcionario policial y dejó a un delincuente muerto.

Con respeto a aquello, el diputado PPD, Raúl Soto, dijo que hay que dar un respaldo categórico a Carabineros "para que salgan a la calle, a disparar y a matar si es necesario, a perseguir y llevar a la justicia a estos delincuentes criminales que están, lamentablemente, trayendo mucha inseguridad a nuestro país". También propuso una "operación rastrillo" frente a migrantes irregulares que forman parte del crimen organizado.

Los sondeos, junto con retratar la sensación de temor de la ciudadanía, también muestran la baja aprobación que hay hacia el Gobierno en la forma que ha enfrentado la crisis. La última encuesta de Black & White muestra que un 65% considera que el temor que ya siente, ha aumentado en los últimos seis meses, mientras que sólo un 25% aprueba la forma en que el Presidente Gabriel Boric está enfrentando la delincuencia.

La encuesta Bicentenario UC, del 18 de abril, mostró por su parte que un 73% considera que "existe violencia en el país y hay que darle mucha importancia porque amenaza con destruir el orden institucional", mientras que un 86% señala que la cantidad de personas inmigrantes en el país es "excesiva".

Por lo anterior, expertos no ven como algo extraño que algunas frases o propuestas más "nacionalistas" estén emergiendo en el mundo político, incluso desde el propio oficialismo. Esto, porque hay otro factor clave que inclina el péndulo: las elecciones de octubre, lo que exacerba los discursos. "Es de manual", dicen algunos.

La mixtura entre la necesidad ciudadana y la elección


Andrés Rosenberg, analista político de la Universidad Andrés Bello, plantea que el tema de la seguridad es un "hot topic" por estos días, por lo que no es extraño que los parlamentarios se vean tentados a "decir algo que va a traer réditos políticos de inmediato".

Lo anterior, en razón a lo que marcan las encuestas, donde el tema de seguridad se mantiene como la principal preocupación ciudadana, y donde un importante porcentaje de chilenos se pliega a medidas duras para frenar la inmigración irregular o la condena a los diversos crímenes que se han registrado en el último tiempo.

En esa línea, Eric Latorre, director del Magíster en Gobierno y Dirección Pública de la Universidad Autónoma, comenta que "es un hecho objetivo que el tema de la seguridad es el principal, además de la mala evaluación al Gobierno sobre cómo lo ha enfrentado. El Gobierno podrá sacar todas las cifras que quiera respecto a la tasa de homicidios y decir que no ha crecido tanto, pero hay demasiados hechos emblemáticos y de alta connotación pública, como descuartizamientos, enfrentamientos, policías muertos, que genera una sensación de inseguridad instalada e irrebatible".

Por su parte, Rosenberg agrega un punto: "uno se equivoca si piensa que la derecha es antiimigración y la izquierda es proinmigración. Eso en Chile no es tan simple, porque las bases de la izquierda todavía recuerdan constantemente Cúcuta con el ex Presidente Piñera, responsabilizando a la oposición por la oleada de venezolanos, especialmente en esos años; igual tienen aprehensiones contra la imigración".

Así, "no es tan raro", dice Rosenberg escuchar declaraciones como las del diputado Soto o de Manouchehri, porque detrás de aquello, está el mensaje de que "'estoy sintonizando con las necesidad que tiene el país', y de paso, se ganan unos tickets extra".

Para Latorre, al menos es posible recoger una "señal" en medio de los discursos oficialistas del último tiempo, y es la de "que se entienda de que hay tomar medidas, pero medidas serias".

¿Hay realismo en las propuestas?


Los expertos consultados plantean que en vista de los discursos del Gobierno, con modelos de seguridad o legislaciones que finalmente "no llegan a la vida cotidiana de las personas", se instalan los discursos populistas en la agenda, "eso es de manual", dice Latorre.

"Por eso podemos escuchar cosas como ser 'el Bukele chileno' del vicepresidente de la Cámara de Diputado, Gaspar Rivas (PDG), como otros que llaman a romper relaciones diplomáticas con Venezuela, deportaciones; o incluso la petición que hizo el alcalde Tomás Vodanovic (RD) en Maipú, pidiendo presencia militar", añade.

De manera más o menos grandilocuente, todos tienen el mismo sentido final: los réditos políticos. Es más, Latorre pronostica que este tipo de posturas, en medio de una falta de capacidad estratégica y de gestión por parte del Gobierno, "se irán incrementando".

Con todo, los analistas sostienen que las propuestas de los parlamentarios son más bien "cortoplacistas" y no resuelven el problema de fondo, que tienen que ver más con un sistema de inteligencia articulado, del que Chile carece.

El académico de la U. Autónoma plantea que incluso pedir más militares en la calle para enfrentar el crimen organizado, no sería una opción tan descabellada, siempre y cuando esté acompañada de una buena estrategia y gestión. Y es ahí donde el trabajo no ha dado buenas señales, "como lo que pasó tras la convocatoria que hizo el Presidente al Cosena en febrero, donde llegaron sin haber preparado nada, sin propuestas".
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