El Gobierno valoró la "celeridad" con la que Argentina removió los paneles que estaban en territorio chileno para una base militar, específicamente en Tierra del Fuego. Sin embargo, esta controversia generó una serie de consecuencias adversas para el Ejecutivo.
Parlamentarios cuestionaron el rol del ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, asimismo, de la titular de Defensa, Maya Fernández. Incluso, el Presidente de la República, Gabriel Boric, en medio de su gira por Europa, tuvo que referirse a la polémica y emplazó al gobierno argentino a remover a la brevedad los paneles. Advirtió que si no los sacan "lo vamos a hacer nosotros".
Este martes, el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, compareció a la comisión de Relaciones Exteriores del Senado para abordar distintas materias que involucran al país vecino.
Al finalizar al reunión, el embajador se refirió a la controversia por los paneles solares en territorio chileno. Aseguró que estos "se están retirando y esperamos que termine lo más pronto posible.
En esa línea, descartó conflictos en las relaciones entre ambos países "Chile ha presentado un reclamo, el gobierno argentino lo ha aceptado y las cosas volverán a su total normalidad", desdramatizó Viera-Gallo. Aseguró que "nunca hubo un impasse, lo que hubo fue un malentendido y supongo que eso quedó ya superado".
Al ser consultado sobre cómo es posible que habiendo un puesto de observación nadie haya advertido que los paneles se estaban instalando en Chile, el embajador explicó que "el límite no tiene una expresión material, sino que hay un cerco. Entonces, el límite georreferencial lo saben la gente de la Dirección de Frontera y Límite y lo sabrán de ambas cancillerías, más la Armada seguramente, o los altos mandos de las Fuerzas Armadas, pero no lo sabe cada uno porque ellos viven ahí, donde hay un cerco entonces daban por bueno que ese cerco era el límite".