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"Histeria", "flojo" y "bobo": Los duros términos de Venezuela hacia Boric y Chile en medio de la tensa campaña en ese país

Son varias las señales, al menos, confusas, que vienen repitiéndose desde el país caribeño, marcadas principalmente por el crimen organizado y el caso Ojeda.

21 de Junio de 2024 | 15:49 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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De izquierda a derecha: Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; Presidente Gabriel Boric; fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab; y canciller de Venezuela, Yvan Gil.

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Son varios los episodios en los que el gobierno venezolano se ha referido en duros términos a Chile, sus instituciones -como la fiscalía- y al Presidente Gabriel Boric en los últimos meses. Esto, en medio de la campaña electoral de cara a las presidenciales que se desarrollarán el próximo 28 de julio en ese país.

El presidente Venezolano, Nicolás Maduro, busca un tercer periodo que lo mantenga en el poder por los próximos seis años, lo que lo dejaría en un total de 18 años al mando. Esta situación ha generado duros roces con la oposición de ese país, no obstante, el discurso endurecido de Maduro ha salpicado sus fronteras. Para algunos expertos, con el fin de evitar la discusión de fondo: si las elecciones se darán o no en un marco democrático.

Chile, en concreto, ha recibido varios dardos desde el gobierno chavista, sucesivos en el último tiempo, lo que ha sido tildado por algunas voces como derechamente "una provocación", que no han hecho más que intensificar las solicitudes para que incluso se corten relaciones diplomáticas con ese país, situación que ha sido descartada por el Ejecutivo.

Pero también han existido algunas señales confusas o "contradictorias" en medio de la ofensiva: como la invitación de Maduro a "conversar" con Boric, o el haber aceptado un vuelo con expulsiones a fines de mayo.

Lo concreto es que la trama de los agravios despegó con el caso del secuestro y homicidio del exteniente Venezolano, Ronald Ojeda, quien era parte de la oposición venezolana y que estaba en calidad de refugiado en Chile.

De hecho, el secuestro de Ojeda ocurrió el 21 de febrero, apenas un mes después de que Maduro activara la "furia bolivariana" en contra de sus opositores. Ojeda, en tanto, había viajado antes de su muerte a Cúcuta, presuntamente, para participar de una operación secreta y en compañía de otros compañeros de armas disidentes.

A la fecha, la fiscalía de Chile y el Gobierno insisten en que Venezuela preste ayuda para capturar a los dos imputados por el crimen, quienes habrían escapado hasta su país natal. No obstante, las respuestas del gobierno de Maduro han estado más cercanas a un tono provocador que colaborativo.

El requerimiento de asistencia penal


Cuando la fiscalía empezó a investigar el crimen de Ojeda, algunos medios venzolanos apuntaban a que el hecho habría sido orquestado en ese país, como parte del plan de "cacería de opositores" de Maduro. Conforme avanzaron las indagatorias, esa tesis tomó fuerza.

El 11 de abril, el fiscal a cargo, Héctor Barros, dijo que "nosotros sostenemos que esto se organizó, se solicitó el secuestro y posterior homicidio del señor Ojeda desde Venezuela".

Sobre aquello, la ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo que en Chile se le otorgaba toda la gravedad al crimen, "pero también es importante para Venezuela, los ojos van a estar puestos sobre su comportamiento y la disposición a colaborar en esta investigación tiene que demostrarse en hechos, en primer lugar aprehendiendo a los responsables y en segundo lugar, facilitando que enfrenten la justicia".

Las nuevas directrices de la fiscalía llevaron a que se hiciera un requerimiento de asistencia penal internacional a Venezuela, para que puedan colaborar con la detención de los dos ciudadanos venezolanos que están en ese país, para que puedan enfrentar a la justicia chilena como autores del crimen. Hasta ahora, no han habido frutos.

La "ficción" del Tren de Aragua


Dos días antes de que la fiscalía revelara su tesis, el canciller Venezolano, Yvan Gil, afirmó que el Tren de Aragua -organización criminal transnacional de origen venezolano y asentada con tentáculos en Chile- no existe.

Se trata de dichos nada inocuos, en razón de la evidencia que existe en este país sobre su actuar, imputados y encarcelados de esa organización. Asimismo, algunas voces apuntaron a una forma de llevar la atención hacia las acusaciones "desde otros países" de la criminalidad de origen venezolano, como parte de una estrategia de campaña.

"El Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente", acusó Gil, junto con señalar que incluso Donald Trump ha hablado de ellos, puesto que "siempre quieren hablar mal de Venezuela".

Lo anterior fue ampliamente criticado por la ministra Tohá y la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, mientras que el Presidente Gabriel Boric lo calificó como un "insulto", junto con afirmar que "la negación no sirve y es inaceptable". El Mandatario decidió ir más allá de lo discursivo, y decidió llamar a consulta al embajador chileno en Venezuela, Jaime Gazmuri (PS).

Es más, la ofensiva de la nación caribeña sobre este tema puso en entredicho la validez del acuerdo que firmó en enero el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, con autoridades venezolanas, precisamente orientado a colaborar para combatir el crimen organizado. Y es que el hecho de que Venezuela negase la existencia del Tren de Aragua, era una suerte de contradicción.

El 12 de abril, Gil sorprendió con un giro en su discurso: no sólo ofreció "colaboración absoluta" de su país para tratar de capturar a los venezolanos vinculados al crimen de Ojeda, sino que también reconoció la existencia del Tren de Aragua, aunque afirmó que la organización ya no opera en Venezuela.

"Así como nuestras fuerzas policiales han acabado con la banda criminal del Tren de Aragua en Venezuela, prestaremos todo el apoyo para acabar la delincuencia y cualquier organización criminal que pretenda operar en el territorio chileno", enfatizó.

Maduro envía mensaje a Boric


Días después, el Presidente Nicolás Maduro quiso entrar personalmente en escena, y le propuso al Presidente Boric, establecer un diálogo directo para combatir el crimen organizado y evitar enfrentamientos por declaraciones sobre grupos criminales que Caracas considera extintos.

"Le digo públicamente al presidente Gabriel Boric, si usted quiere hablar de estos temas, conversemos personalmente", dijo el mandatario en su programa semanal de televisión, durante el que ofreció ayuda a Chile para enfrentar la delincuencia con el "modelo de pacificación" aplicado en Venezuela.

Boric dijo estar dispuesto a conversar, mientras la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, dijo que "obviamente valoramos la disposición y la voluntad pero lo que necesitamos son hechos concretos", lo que incluía el agilizar le proceso de expulsiones, "porque tenemos varias pendientes y no las hemos podido ejecutar; necesitamos que nos autoricen el aterrizaje de esos vuelos en territorio venezolano".

Días más tarde, el subsecretario Monsalve confirmaba que el gobierno de Maduro confirmaba que se había aceptado un vuelo para el proceso de expulsiones durante la primera semana de mayo.

La arremetida del fiscal venezolano


Pero el giro en la actitud de las autoridades venezolanas se disipó rápidamente. La voz encargada de volver a tensionar las relaciones fue el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, quien no sólo atribuyó una "participación de cuerpos de inteligencia de Chile" en el crimen contra Ojeda -tildándola como "operación de falsa bandera"-, sino que luego dijo que la investigación que lleva adelante la fiscalía chilena "carece de profesionalismo".

De hecho, Saab no esquivó la influencia electoral en sus acusaciones, y argumentó que la investigación tiene fines políticos en un año electoral en Venezuela y que "busca enturbiar las relaciones entre Chile y Venezuela".

Por cierto, la nueva ofensiva reanudó la tensión, y el Presidente Boric envió una nota de protesta al Gobierno de Maduro, donde se limitaron a reconocer la independencia de la fiscalía con el Ejecutivo venezolano. Además, en el marco de su gira por Europa, el Mandatario dijo al medio Alemán DW, que "por nuestra parte no hay ingenuidad: en Venezuela las instituciones, por lo menos en el marco del Estado de derecho que tenemos en Chile, están claramente deterioradas".

Los dichos provocaron que el fiscal general reanudara su la arremetida y tildara de "histéricas" las declaraciones de Chile, junto con asegurar que Venezuela ha cooperado con el caso Ojeda.

"Las histéricas y distorsionadas declaraciones oficiales de voceros gubernamentales chilenos, en donde a través de su acostumbrado lenguaje soez vuelven a mentir en relación al #CasoOjeda, esta vez para decir que la Fiscalía Venezolana no ha querido cooperar con la investigación relacionada con ese lamentable homicidio", escribió en su cuenta de X.

Las ofensivas palabras de Diosdado Cabello


El primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, generó la molestia de las autoridades chilenas al tratar de "bobo" y "flojo" al Presidente Gabriel Boric.

En su programa de televisión "Con el mazo dando", Cabello señaló que "este bobo se mete con Venezuela y es incapaz de gobernar su propio país. Tiene preso a los hermanos mapuches, no ha hecho justicia por los muchachos que perdieron ojos y la visión completa en Chile y va a venir a hablar de Derechos Humanos aquí en Venezuela", añadió.

No conforme con el calificativo, siguió diciendo: "Saca a las patrullas, a las fuerzas para reprimir a los alumnos de educación media en Chile y los atropella (…) y viene a hablar de DD.HH. aquí. No tiene nada que hacer, no tiene trabajo en su país, porque es un flojo, respete a Venezuela, señor. No se meta en los asuntos internos de Venezuela".

En respuesta, la ministra Tohá comentó ayer que "Chile es un país cuya seriedad es conocida, es respetada en todo el mundo y, por lo tanto, quien nos insulta de la manera que hizo esta autoridad venezolana solamente se degrada a sí mismo. Nosotros no entramos en ese juego".

Lo cierto es que no es primera vez que Cabello polemiza con el caso Ojeda. El pasado 22 de febrero, un día después del crimen, en el mismo programa televisivo, ironizó sobre la teoría del detective criminalista Iván Simonovis: "Por ahí anda una versión que descubrió Simonovis (…) Él dice que, escuchen estas historias, que un comando de la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela) fue a Chile -saquen la cuenta cuántos kilómetros hay de aquí a Santiago de Chile-, secuestraron a un tipo allá y se lo trajeron de Chile para acá. Y pasaron por todos los países que había que pasar hasta aquí y nadie se enteró", indicó.

"Venezuela no tiene nada que ver con ese secuestro, nada, arreglen su problema allá en Chile. Sigan dándole protección a mafiosos, que la propia mafia les cobra", fustigó.
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