Cerca de las 13 horas se vio ayer saliendo de la casona de París 873 a la presidenta y senadora del Partido Socialista, Paulina Vodanovic. Iba a encontrarse con el timonel de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, con el fin de avanzar en las tratativas del pacto de gobernadores regionales, negociación que a esas alturas parecía particularmente difícil. A 80 horas del vencimiento del plazo de la inscripción ante el Servicio Electoral -se cumple a las 23:59 del próximo lunes -, la Región de Coquimbo permanecía como un nudo difícil de desenredar para los dirigentes, pues era pretendida por el Partido Comunista -Coquimbo es una de sus regiones "fuertes"-, el Frente Amplio y la DC. En momentos de la tarde, incluso desde este último partido advirtieron que de no haber acuerdo presentarían su propia lista con candidatos en al menos nueve regiones. Por lo mismo, el ánimo en la sede del PS, lugar donde se reunieron los presidentes oficialistas en la mañana y en la tarde de ayer, era pesimista. "No hemos avanzado en nada" y "estamos muy enredados aún", son frases que los mismos dirigentes transmitían. Ya el jueves, la DC había rechazado el planteamiento oficialista que les ofrecía dos cupos, donde ya tienen a los actuales jefes regionales: Arica con Jorge Díaz y El Maule con Cristina Bravo. Los democratacristianos buscan también candidaturas en Coquimbo y Los Lagos, y recuerdan que la elección anterior el partido obtuvo cuatro gobernaciones.
