Ayer se concretó la salida de la hasta entonces ministra de Bienes Nacionales,
Marcela Sandoval, quien alcanzó a estar 143 días en el cargo. Esto, tras la polémica y fallida compra de la casa del ex Presidente Salvador Allende, por $933 millones.
Pese a que se advirtió que podrían existir posibles infracciones a la Constitución en la compra, debido a la participación que tenían en la propiedad la ministra de Defensa,
Maya Fernández y la senadora del PS
Isabel Allende, hasta las últimas horas en el cargo Sandoval defendió que no había ilegalidad alguna.
Lo concreto es que las presiones -tanto de la oposición como del oficialismo- por buscar algún responsable de la fallida compraventa recayeron en Sandoval; la única "sobreviviente" de Revolución Democrática que alcanzó un lugar en el gabinete ministerial tras el tercer ajuste del Presidente en agosto de 2023, y en medio de la crisis por el Caso Convenios.
La crisis se concentró en una de las carteras de segunda línea política y sectorial, pero la ministra del Interior, Carolina Tohá, la situó en un espacio de relevancia: "La gestión de Gobierno está radicada en ese ministerio y el Presidente decidió hacer valer ahí la responsabilidad", dijo ayer al mismo tiempo que buscaba explicar por qué no fue removida la ministra de Defensa, Maya Fernández.
Asimismo, aclaró que la salida de Sandoval "tiene que ver con una responsabilidad política, no con un error personal".
En conversación con Emol, analistas coinciden en que este episodio significa un costo político mayor, especialmente para el Frente Amplio, y que podría incluso poner en duda la continuidad de Maya Fernández, aunque creen que el Gobierno intentará salvarla para evitar mayores coletazos, en medio de un contexto complejo como es este año electoral.
Un error "de marca mayor" y un "golpe" para el FA
"Es un error de marca mayor, inédito en nuestra democracia", comenta Mauricio Morales, analista político de la U. de Talca. Eso sí, reconoce que "el gobierno acusó el golpe, reconoció el error, y sacó a la ministra, pero no sabemos si ella fue la única responsable".
"Es francamente insólito que las autoridades no conozcan el artículo 37 bis y el artículo 60 de la Constitución. Ahí se dice explícitamente que los ministros y legisladores no pueden hacer contratos con el Estado", añade.
Por su parte,
Eric Latorre, director del magíster de gobierno y administración pública de la U. Autónoma apunta a los costos políticos: "es un golpe para el Frente Amplio, pero en especial para todo el bloque que era Revolución Democrática. La ministra fue diputada, tuvo cargos dentro de RD, o sea, era una persona relevante, cercana a Giorgio Jackson, por lo que efectivamente su caída repercute en
este sector que queda en una situación, por decir lo menos, 'desmejorada' frente al Socialismo Democrático".
Añade que la "negligencia" que cometió la ministra, si bien fue entendida rápidamente por el Presidente, y que debía actuar con una decisión drástica -como sacarla inmediatamente del cargo-, da señales de que "se asumen rápido las consecuencias, pero sin duda, son consecuencias importantes para el Gobierno, en un autogol impresentable, en una desprolijidad y una negligencia absoluta".
En la misma línea, Felipe Vergara, analista político de la UNAB, comenta que "no hay dudas de que el oficialismo está tensionado, porque la ministra pertenecía a RD, uno de los partidos más amplios antes de que fueran el partido Frente Amplio". Asimismo, precisa que de acá adelante "todas las vías se acabaron, no se pueden cometer más errores".
"Manchó" el viaje
Aunque al polémica se desató en la capital, llegó hasta el Polo Sur, donde por el Presidente Boric se encontraba encabezando la Operación Estrella Polar III, marcando además un precedente como el tercer mandatario del mundo -y el primero de Latinoamérica- en arribar.
Desde allá el Mandatario debió salir a abordar la decisión de cancelar el intento de compra de la propiedad, aunque para esa altura, el viaje estaba "eclipsado" por la controversia.
Morales enfatiza en que "naturalmente, este escándalo manchó el viaje del Presidente Boric al polo sur, y la agenda quedó encajonada en la compra-venta de la casa del ex Presidente Allende".
Eventual cambio de gabinete y salida de Fernández
En agosto, precisamente cuando Sandoval arribó al Ejecutivo, se concretó el tercer y -hasta ahora- último ajuste ministerial del Presidente Gabriel Boric, pero expertos no descartan que pueda producirse otro.
"De aquí en adelante, el Presidente tiene dos opciones. Seguir hasta el final con su actual gabinete, o hacer cambios de cara al año electoral. Esto último sería un tanto incomprensible, pues el propio Presidente le pidió a sus ministros que lo acompañaran hasta el último día de Gobierno. Si los saca ahora, también los habrá privado de competir en la elección de legisladores", señala Morales.
"Ahora el Gobierno va a intentar salvar a la ministra Fernández para no seguir acrecentando el costo político de la situación porque se va a quedar con una venta frustrada y sin una ministra".
Eric Latorre, director magíster Gobierno y Administración Pública U. Autónoma
Consultados por la posibilidad de que la
ministra Maya Fernández también deba salir de su cargo, los expertos mantienen opiniones disímiles.
Para Latorre "resulta obvio que la ministra Fernández debiera asumir su responsabilidad política con la entrega de su cargo, es por ello que el Gobierno rápidamente intenta asumir el costo político con la salida de la ministra de Bienes Nacionales que es la principal y primera involucrada".
"Ahora el Gobierno va a intentar salvar a la ministra Fernández para no seguir acrecentando el costo político de la situación porque se va a quedar con una venta frustrada y sin una ministra. Reiterando, como se ha dicho en todos lados, la actuación de la ministra de bienes nacionales y de la ministra Fernández es impresentable desde todo punto de vista es una vulneración flagrante de la Constitución, cae en una incompetencia sin explicación", remató.
Por su parte, Vergara apunta a que Fernández no debería salir de su cargo, pero sí cometió un error, porque es posible que "en su minuto, si ya estuvo al tanto de estas gestiones, debió transmitir que era probable que no fuera el momento oportuno para vender la casa que es de propiedad de ella y de su hermano".
Sin embargo, subraya que "no es la responsable directa de este error, sino que es parte de los afectados. Con un poco más de altura de mira, quizás podría haber dicho que no es el momento de vender esta casa. Pero hay una serie de situaciones que uno desconoce".
"La renuncia (de Fernández) sería es volver hasta seguidilla de solicitudes de renuncia estériles que nunca conducen a nada. Son como las amenazas de acusaciones constitucionales de uno y otro lado. Esto es transversal y pasa en todos los gobiernos. Y es perder el foco en el tema. Acá hubo un error, y ese error es relevante, pero lo responsable no es la ministra de Defensa, sino que el ministerio respectivo (Bienes Nacionales)", zanjó.