La Contraloría General de la República detectó una serie de irregularidades durante parte de periodo de la gestión de la ex alcaldesa y actual subsecretaria de Deportes, Emilia Ríos (FA). Esto, luego de una auditoría que se realizó entre
enero y septiembre de 2024, cuyo objetivo principal era verificar el cumplimiento de normativas y principios de probidad administrativa.
De acuerdo al informe N°742 del ente fiscalizador, hubo irregularidades en el uso de vehículos municipales, pagos no acreditados a funcionarios, deficiencias en la rendición de cuentas, y posibles vínculos entre recursos institucionales y actividades de campaña electoral. A raíz de estos hallazgos, el ente fiscalizador estableció un plazo de 60 días hábiles para subsanar las observaciones y un plazo adicional de 30 días para validaciones internas.
En materia de comunicaciones, y en concreto, en el uso de redes sociales institucionales, la Contraloría constató el uso reiterado de la imagen de la alcaldesa en publicaciones de la cuenta oficial de Instagram durante el período electoral. Además, se observaron "Me Gusta" otorgados desde cuentas municipales a publicaciones personales de la autoridad edilicia, lo que podría interpretarse como apoyo político.
También se detectaron publicaciones desde cuentas municipales que destacaron logros institucionales con un enfoque temporal que coincidió con la campaña electoral de la alcaldesa, lo que podría vulnerar el principio de probidad.
El informe también detectó tareas genéricas y repetitivas en los contratos a honorarios, lo que incumple la normativa que exige especificidad en los cometidos.
En materia de horas extra y jornadas extendidas, se identificó que funcionarios con contratos a turnos recibieron pagos de horas extraordinarias sin registros de asistencia adecuados. Además, algunos empleados superaron las 12 horas de trabajo continuo en jornadas regulares, lo que puede comprometer su salud y desempeño.
Otras irregularidades apuntan a decretos alcaldicios tardíos. Esto, porque las autorizaciones para trabajos extraordinarios se emitieron después de ejecutados, lo que incumple la normativa.
El documento de Contraloría también pone el acento en cuentas corrientes y giradores. Esto, porque algunas cuentas corrientes no han sido cerradas, y 13 giradores no han sido formalmente revocados, esto incluye a personas que ya no laboran en la municipalidad.
En materia de conciliaciones bancarias, el ente contralor identificó conciliaciones de cuentas que no fueron adecuadamente visadas por funcionarios responsables, lo que refleja debilidades en el control interno.
Otros de los puntos donde se detectaron irregularidades fue en el uso y supervisión de vehículos municipales. Entre los hallazgos clave se detectaron bitácoras incompletas, falta de autorizaciones para uso en días inhábiles y deficiencias en la supervisión de vehículos arrendados.
Asimismo, hubo falencias en las rendiciones de cuentas de las Corporaciones municipales, específicamente en las corporaciones culturales, deportivas y sociales de Ñuñoa, las que no presentaron documentación completa de respaldo en las rendiciones por más de $6 mil millones.
Por último, se constataron gastos improcedentes. Se detectó el uso de servicios de transporte no regulados, como Uber, con un gasto total de $2.316.032, que ya fue reintegrado a la municipalidad.