En Grecia y Australia existen penas de cárcel y sanciones económicas para quienes enciendan fuego al aire libre en días de riesgo de ocurrencia de incendio.
El Mercurio.
Sorpresa causó el anuncio del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, sobre la evaluación de un proyecto de ley para prohibir los asados en días de calor extremo en nuestro país. Según el titular, la idea se inspiró en una medida similar aplicada en Grecia.
Las críticas, principalmente en redes sociales, la tildan de innecesaria y "exagerada", puesto que ya habría reglamentos encargados de restringir estas actividades en zonas de riesgo. Por otro lado, surge la interrogante sobre la forma de supervisar la iniciativa.
Respecto a los dichos del ministro, en Grecia efectivamente existen leyes que prohíben encender cualquier tipo de fuego al aire libre y realizar cualquier actividad de trabajo que implique chispas y llamas, particularmente durante la temporada de verano, debido a que existen zonas en el país helénico que presentan alto riesgo de incendios por razones similares a Chile: altas temperaturas, fuertes corrientes de viento y plantaciones de pinos.
La penas aplicadas en el caso de "delitos de riesgo" son de multas, las cuales varían dependiendo de la actividad que se haya estado realizando, el daño causado y los meses en que ocurrió —por ejemplo, en junio y septiembre (verano) son de 2.000 euros ($2.064.000 aprox.), mientras que en diciembre a marzo (invierno) son más bajas—. Estas pueden alcanzar hasta los 3.000 euros (cerca de $3.100.000) y son acumulables entre sí.
En el caso de los incendios forestales, las penas pueden alcanzar hasta los doce años de prisión y altas sanciones económicas, incluso si no fueran intencionales. Lo mismo ocurre en el caso de que el incendio provocado haya resultado en daños a propiedad y personas.
El caso de Australia
En Australia existe una legislación similar para la temporada de riesgo de incendios, donde para los días en que las condiciones climáticas sean favorables a la ocurrencia de incendios, se puede declarar la "Prohibición Total de de Fuegos" (Total Fire Ban).
La medida consiste, como dice su nombre, en la restricción de encender cualquier tipo de fuego al aire libre y realizar actividades de riesgo durante el día. Incluso limita el uso de cocinas a gas y eléctricas en zonas de vegetación.
Las penas en este caso pueden alcanzar los 5.500 dólares australianos ($4 millones aprox.) y/o 12 meses de cárcel, y en el caso de que tengan como resultados de daños a la vida, propiedad y medioambiente, pueden alcanzar cifras de 132.000 dólares australianos (cerca de $81.500.000) y 14 años de prisión.