Tras más de ocho horas de un acalorado debate político, la Cámara de Diputados respaldó la reforma previsional tal como la presentó el Senado. Si bien la iniciativa fue respaldada por el oficialismo y la mayoría de los legisladores de Chile Vamos, la decisión generó tensiones y provocó descontento en ciertos sectores.
En ese marco, ¿Cuáles fueron las señales políticas que dejó la votación de ayer?
En la bancada de Renovación Nacional, la diputada y jefa del colectivo, Ximena Ossandón, adelantó que no contarían con todos los votos necesarios para aprobar la reforma. Además, advirtió que, a pesar de la disposición para responder todas las consultas sobre el proyecto y del rol clave del presidente del partido, Rodrigo Galilea, en la negociación con el Gobierno, algunos miembros de RN y cercanos al colectivo podrían inclinarse hacia la postura del diputado Johannes Kaiser, quien rechazó la propuesta.
Finalmente, los diputados Camila Flores (RN), Leonidas Romero (Ind.-RN), Bernardo Berger (Ind.-RN), Jorge Durán (RN), Mauro González (RN), Paula Labra (RN) y Jorge Rathgeb rechazaron gran parte de la iniciativa.
"No voy a ser cómplice de los efectos que se van a generar en el futuro. Tengo la claridad y casi el convencimiento que los próximos 10 años vamos a estar lamentando las consecuencias de lo que el día de hoy algunos quieren aprobar. Y nos va a pasar lo mismo que pasó con la reforma educacional, con la reforma tributaria y con la reforma al sistema político, que después de 10 años estamos viendo las consecuencias nefastas para nuestro país", argumentó Flores (RN).
A su vez, la Unión Demócrata Independiente tampoco logró alinear a todos sus parlamentarios, tal como pasó en el Senado con el voto en contra del senador José Miguel Durana. En la Cámara, hubo militantes que se descolgaron del acuerdo alcanzado, como el diputado Cristián Labbé (UDI), Sergio Bobadilla (UDI), Álvaro Carter (UDI) y Cristóbal Martínez.
Asimismo, el colectivo de Kaiser, que comenzó a oficializar su nuevo Partido Nacional Libertario, votó en bloque. Gonzalo de la Carrera, Gloria Naveillán y Cristóbal Urruticoechea rechazaron todos los artículos presentados por el Senado; y al igual que el Partido Republicano y el Partido Social Cristiano, sus críticas fueron directas a Chile Vamos por haber llegado a un acuerdo con el Gobierno.
Por su parte, la bancada de diputados del Partido Demócratas optó por seguir el ejemplo del senador Matías Walker, vicepresidente del partido, en lugar de alinearse con la decisión de la timonel del colectivo, Ximena Rincón. Esta última se abstuvo de votar la reforma, argumentando que contenía "trampas" y que podría derivar en un "Transantiago previsional".
El colectivo, conocido por su papel de "bisagra" en la definición de proyectos clave, aprobó en bloque la mayoría de los artículos.
La incomodidad en el Socialismo Democrático fue evidente, reflejándose en desmarques en artículos relacionados con la continuidad de las AFP. Esto ocurrió pese al llamado del Ejecutivo a aprobar la reforma en su totalidad, generando una fractura en el sector y dejando en evidencia su descontento.
En conversación con Radio Futuro, el diputado Marcos Ilabaca (PS) acusó que "este ciclo político va a ser recordado por relegitimar tres acciones que desde la vuelta a la democracia planteamos que íbamos a cambiar: Revalidamos la Constitución de Pinochet, le dimos un tremendo perdonazo a las Isapres y revalidamos por 15 años más el sistema de capitalización individual".
A su vez, el diputado Jaime Araya (Ind.-PPD) señaló que "el gran mérito de la derecha fue sacarle el corazón a la reforma. Por lo tanto hoy día tenemos un monstruo, un Frankenstein de partes y piezas sin corazón. O peor aún, un vampiro chupasangre que le va a seguir chupando la sangre a las y los trabajadores de nuestro país. Presidente, el corazón de esta reforma era la separación de la industria y aquí no hay nada que permita efectivamente separar la industria".
Finalmente, el Frente Amplio y el Partido Comunista se alinearon con el Presidente Gabriel Boric y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara. A pesar de que esta reforma no abordó la separación de la industria ni puso fin a las AFP, una de las promesas de campaña del Mandatario, los partidos del oficialismo, en sus intervenciones dirigidas directamente a su electorado, reiteraron en varias ocasiones que este debate no está cerrado y que seguirán luchando por acabar con las aseguradoras.
En ese marco, desde el Frente Amplio aseguraron que el Gobierno se comprometió a iniciar en marzo una discusión para la creación de un inversor público, un proyecto que desde el propio oficialismo ven poco viable dada las fuerzas políticas del Congreso Nacional.