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A 15 años del gran terremoto de 2010: Lo restaurando y lo que aún falta

La reconstrucción tiene resultados disímiles tras el sismo 8,8 que sacudió al país en 2010. Por ejemplo, el Museo Nacional de Historia Natural sigue con su segundo piso cerrado mientras el O'Higginiano de Talca ya reabrió.

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La Basílica de los Sacramentinos, en Santiago, todavía espera por una restauración total.

El Mercurio
Esta jornada se cumplen 15 años del terremoto 8,8 de 2010 que generó un profundo daño al patrimonio del país desde la Región de Valparaíso hasta La Araucanía.

Según las cifras recabadas por el Consejo de Monumentos de la época, a tan solo semanas del evento, entre un 58% y 59% de los monumentos de las regiones VI y VII presentaban daños graves, respectivamente.

A lo anterior se suma que en Santiago, Valparaíso, Concepción y alrededores, varios museos, bibliotecas, iglesias, espacios públicos, zonas típicas y casas de adobe presentaban grietas o directamente, estaban en el suelo debido al fuerte movimiento telúrico.

Ante esto, desde la ciudadanía se crearon organizaciones para defender el patrimonio, se aportaron fondos públicos y privados para ir en rescate de este, y a 15 años del conocido como "27-F", se han recuperado algunos lugares, pero hay varios otros que siguen a la espera de su restauración.

Al respecto Carlos Maillet, director de la Licenciatura en Arte y Patrimonio de la U. San Sebastián y exdirector del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SERPAT), durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, señaló a El Mercurio que "la falta de avance de ciertos sitios patrimoniales importantes para Santiago, afectados por el terremoto del 27-F, refleja múltiples desafíos técnicos, financieros e institucionales. En primer lugar, la educación en torno a la conservación patrimonial en Chile aún es preliminar, lo que se traduce en una escasez de profesionales especializados en el área".

En esa línea, el académico explicó que algunas iniciativas de restauración a lo largo del país han sido poco eficaces debido a que "enfrentan problemas operativos, como la necesidad de realizar hasta tres o cuatro llamados en su proceso de reconstrucción. Esto ocurre porque los proyectos suelen quedar relegados económicamente y terminan compitiendo con los tiempos políticos, lo que los desprioriza".

Lo ya restaurado


Un ejemplo de recuperación es el Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca, que fue prácticamente destruido por el sismo, a pesar de que un año antes había sido refaccionado.

Fue el año 2021 que reabrió el espacio —que es Monumento Nacional Casa de la Independencia—, después de una restauración en donde se invirtieron más de $1.100 millones, con fondos de parte del Gobierno Regional del Maule, y $874 millones en la museografía con fondos del SERPAT.

El museo tiene más de tres mil objetos en colecciones y su reapertura significó revalorizar un edificio muy sentido por la comunidad, en una de las regiones más golpeadas por el terremoto de 2010.

La nueva vida del Museo Casa Colorada, en Santiago, casona histórica de la capital, también costó que surgiera.

Fue clausurada durante 14 años, con múltiples intentos de iniciar la remodelación. Finalmente, se reinauguró en agosto del año pasado, con un costó de $2.300 millones, financiados por el GORE Metropolitano y la Municipalidad de Santiago.

Cabe señalar que este museo resultó rayado después del 18 de octubre de 2019, por lo que durante su remodelación el museo limpió su fachada roja, mejoró su infraestructura y renovó su propuesta museográfica con nuevas salas y elementos tecnológicos.

El Museo Casa Colorada, tras su reinauguración, exhibe diversas actividades para sus visitantes. Crédito: El Mercurio.

Según un informe de la Conferencia Episcopal Chilena realizado en 2010, un 47% de los recintos religiosos del país sufrieron daños por el sismo.

Entre las iglesias que sufrieron los embates del terremoto, una de las que ya están operativas es la parroquia San Saturnino, en la comuna de Santiago. Estaba lista para abrir en 2019, pero la pandemia de covid-19 demoró su apertura hasta el 2021. Su restauración tuvo un costo de $908 millones, financiada por el GORE Metropolitano y la Dirección de Obras Municipales de Santiago.


Larga espera


El Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), el que recibe más público del país con casi medio millón de visitantes en 2023, debe ser de los edificios más emblemáticos del país que todavía no cuenta con un proyecto concreto de restauración.

Por el terremoto, sufrió importantes daños estructurales, por lo que fue cerrado por dos años y cuando reabrió en 2012, solo lo hizo en su primer piso, porque el segundo estaba imposibilitado para recibir al público. Esa condición se mantiene igual hasta hoy, con grietas de por medio.

El director del MNHN, Mario Castro, señaló que, "en pos de un plan integral para la restauración, remodelación y rehabilitación integral del edificio, el museo avanza en los estudios necesarios para consolidar un proyecto de restauración estructural. Este plan no solo permitirá la reapertura del segundo piso, sino que también fortalecerá la conservación del edificio, devolviéndole su dignidad, al mismo tiempo que se moderniza, con el fin de que esta estructura llegue al bicentenario del MNHN en 2030 y perdure durante mucho tiempo, reafirmando el compromiso con la preservación del patrimonio cultural y natural de Chile".

El Museo de Historia Natural todavía exhibe las grietas que le provocó el sismo de 2010. Crédito: MNHN.

Entre las iglesias que esperan por su recuperación está la Basílica de los Sacramentinos, en Santiago, que pese a que está abierta y recibe a sus feligreses en la misa dominical y en otras actividades, necesita una restauración total.

Es considerada Monumento Histórico desde 1991. El templo fue diseñado por Ricardo Larraín Bravo siguiendo el molde de la Iglesia del Sagrado Corazón de París, y se terminó hacia 1934.

El terremoto de 2010 le provocó daños y se tuvo que sacar una de las cruces que adornaban sus cúpulas, que estaba a punto de caer a la calle. La Fundación Santuario Sacramentino busca apoyo financiero para realizar un anteproyecto de conservación.

Otras iglesias en Santiago que están en espera son la del Salvador, con daños desde el terremoto de 1985 y que el de 2010 solo profundizó, la de San Isidro Labrador, y la Basílica de Lourdes.
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