SANTIAGO.- Esta tarde el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) anunció el descubrimiento de un nuevo exoplaneta, "Proxima b", que orbita alrededor de la estrella más cercana al Sistema Solar, llamada Proxima Centauri.
A lo largo del estudio astronómico, científicos de todo el mundo han contribuido en el descubrimiento de estos exoplanetas en diversos lugares del espacio, pero de qué hablamos cuando nos referimos a estas estructuras espaciales.
"La explicación más básica de un exoplaneta es un planeta, un cuerpo pequeño, que está en órbita de una estrella que no es el Sol, nuestro Sol", explica a Emol el astrónomo de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), James Jenkins, quien participó en las observaciones que permitieron el descubrimiento de "Proxima b".
Jenkins añade que esta definición "es como un paragua para todos las planetas fuera del Sistema Solar".
Con esto, se entiende que todos los anuncios de estas formaciones planetarias se encuentran fuera del rango que es conocido como el Sistema Solar, que se encuentran más allá de los límites conocidos del grupo de planetas al que pertenece la Tierra.
Gracias a la misión espacial de la NASA con el observatorio espacial Kepler ha sido posible descubrir más de 2.500 exoplanetas en el Universo. Una gran cantidad de planetas de los que se tiene muy poca información, más allá de las características necesarias para denominarlos de esta forma.
Al tratarse de planetas que se encuentran tan lejanos -considerando las capacidades actuales que tiene la humanidad para viajar por el espacio-, es relevante cuestionarse cuál es el motivo de los científicos para continuar en la búsqueda de ellos.
"Estamos buscando planetas para responder una pregunta que es muy importante para la comunidad científica: '¿Qué tan único es nuestro Sistema Solar?'. Queremos entender si nuestro sistema es raro o común en la galaxia, incluso en el Universo", comenta Jenkins. "Esa es la razón principal de porque continuamos buscado exoplanetas en estrellas cercanas a nosotros, porque la gran pregunta es si estamos solos en el Universo o posiblemente nuestro Universo está lleno de vida. No lo sabemos, y queremos saberlo", aventura el astrónomo.
"Esta es la primera etapa, que es que queremos encontrar planetas y luego caracterizarlos; y finalmente podremos decir cómo es nuestro Sistema Solar respecto de las demás construcciones", aventura el académico de la Universidad de Chile, "y podremos en el fondo decir si somos únicos en la vida".
La "zona habitable"
Otra de las características que los científicos buscan en estos denominados exoplanetas es la ubicación que tienen respecto a la estrella que orbitan. En esta medición la relevancia la toman aquellos cuerpos que se encuentran en un área que los astrónomos han denominado como la "zona habitable".
"La zona habitable es la distancia, con respecto a la estrella, en que se encuentran los exoplanetas. Es importante saber si es suficiente para tener un planeta como la Tierra, que sea capaz de albergar la vida tal como la conocemos", explica Jenkins.
"Esta distancia determina que pudiese tener agua líquida en su superficie", añade el experto. "Si la distancia es demasiado pequeña, si está demasiado cerca de su estrella, el planeta estará muy caliente, y eso no permite tener agua en su forma líquida; en tanto, si se encuentra muy lejos, es demasiado fría y estaría congelada".
La medición que se utiliza como referencia es precisamente la ubicación de la Tierra: "Nuestro planeta está justo en centro de la zona habitable del Sistema Solar".
Los pasos a seguir en el futuro
Si bien James Jenkins detalla en su explicación que esta es una primera etapa en la búsqueda de información en el Universo, las siguientes tomarán muchos años para entrar en operación, ya que los medios actuales no permiten una exploración muy detallada de los exoplanetas.
"En el futuro, con esta información que estamos recopilando ahora, tendremos opciones de encontrar vida en estos planetas", aventura el astrónomo. "Con esto podremos buscar en la atmósfera algunos químicos fundamentales para la vida o la existencia de agua u oxigeno que nos digan que puede contener como lo hace la Tierra".
"Por ahora nos es muy difícil la observación de estos exoplanetas, pero la buena noticia es que en el futuro vamos a tener las herramientas para buscar la vida", destaca.
"Esta es una primera etapa de un largo camino y aunque no estamos en el principio, estamos muy lejos del final", comenta el experto y añade que "lo importante es que estamos en este camino y sabemos cómo vamos a hacer todo lo que se viene. En algún momento vamos a poder encontrar vida si es que existe, porque tenemos ideas importantes de cómo hacerlo".