SANTIAGO.- Fue en 1862 cuando Alexander Parkes mostró por primera vez -en la Exposición Universal de Londres- el primer plástico creado por el humano. Desde entonces, la producción de este producto ha aumentado exponencialmente sin medidas reales para su trato una vez que es desechado. Una situación que tiene los océanos con niveles preocupantes de contaminación, y que podría significar una catástrofe en las próximas décadas.
Este fin de semana, el proyecto The Ocean Cleanup comenzará su camino hasta una zona ubicada entre la costa de California (desde donde parte su viaje) y Hawái denominada "gran mancha de basura en el Pacífico", que no es otra cosa que una aglomeración de basura plástica que supera los 1,6 millones de kilómetros de superficie. La iniciativa busca recoger la mayor cantidad de contaminantes para eliminarlos del mar.
Estas islas de basura, como las han denominado los expertos, se generan debido a la "acumulación por un efecto de las corrientes oceánicas. El más cercano a nosotros está cerca de Isla de Pascua", explica a Emol el académico del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción, Mauricio Urbina.
"Producto de esto se genera un remolino a muy baja escala, que no podemos verlo, pero se ve el efecto, y se comienzan a acumular estas partículas de basura flotante", agrega.
Para poner esto en términos más simples, el profesor de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Cristóbal Galván, detalla que "es como cuando se tiene una piscina llena de agua, se le pone jabón y luego se hace un agujero en el fondo. Siempre quedan burbujas de jabón encima del agujero, incluso cuando se ha ido todo. Es lo mismo que sucede con el plástico"".
"Así, este plástico que está muy disperso entra en esa corriente y va dando vueltas en el giro hasta que llega al centro del giro, entonces se forma lo que se conoce como 'isla de plástico' o 'zonas de alta densidad de plástico', que es que se encuentran mucho más plásticos por metro cuadrado o por metro cúbico de agua", puntualiza Galván.
A estas islas, específicamente a una que se encuentra en el océano Pacífico norte, es a lo que apunta The Ocean Cleanup que con un flotador de 600 metros de largo se busca limpiar la zona de acumulación.
Actualmente, en el planeta, existen cinco giros, es decir, cinco zonas críticas de acumulación de plástico en el mar. A las dos anteriormente mencionadas, se les suma una en el océano Índico, una en el sur el Atlántico y otra al norte de este mismo océano.
Los diversos tipos de plásticos y sus efectos directos
Entre los desechos de plástico que se encuentran en el océano, se pueden dividir en macroplásticos, plásticos y microplásticos los que, tal como los indica su nombre, tienen una separación por su tamaño y, con ello, el impacto que tienen en los organismos acuáticos.
"El plástico se puede tipificar por su tamaño y su textura, si son plásticos grandes, son observables a simple vista y ahí se produce que muchos animales se enredan con ellos y quedan atrapados", relata a Emol Carlos Guerra, doctor en Biología, académico de la Universidad de Antofagasta y director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la casa de estudios.
Si no le ponemos remedio en unos cuantos años más, esto puede ser una tremenda catástrofe mundial.
Carlos Guerra
Dentro de la clasificación de estos polímeros, cada uno tiene sus riesgos, "los plásticos más pequeños son terriblemente peligrosos porque ingresan al tracto digestivo e incluso algunos ingresan a los procesos fisiológicos de los animales, dejándolos afuncionales", agrega el académico.
Guerra también cumple una labor de rescate de animales silvestres en el mar, así se ha encontrado con "tortugas marinas que han llegado constipadas, es decir, que el alimento no puede avanzar en el tracto digestivo, y cuando hemos logrado resolverle su tema, hemos encontrado que es plástico el que tienen dentro".
El gran problema de "esa obstrucción que sufren los animales es que el alimento fermente dentro de ellos y produzca gases. Porque con eso, la tortuga flota, y como no se puede hundir, comienza a sufrir todo un periodo de no poder alimentarse, se adelgaza, se deshidrata, se le bajan las defensas". Finalmente, estos animales "quedan en condiciones catastróficas y mueren o chocan con embarcaciones".
Para el también doctor en Fisiología Animal Mauricio Urbina, "los más complejos son los plásticos más pequeños, productos de la fragmentación y que están distribuidos de manera más homogénea en todo el océano. En cualquier lugar del planeta donde se han hecho esfuerzos por extraer plásticos o microplásticos se han encontrado".
Esta situación, también afecta el ecosistema, ya que tal como explica Galván, "los peces más pequeños los consumen. Hemos encontrado microplásticos en peces de las costas de Chile continental y la Isla de Pascua, porque lo confunden con comida. Esto genera un problema para ellos y para las redes tróficas que se generan, porque pueden dejar de depredar sobre los animales que controlan".
De la misma forma, Urbina agrega que "hemos notado que cuando un organismo ingiere un trozo de microplástico hay un efecto que trata de digerirlo, es decir, invierte energía en el proceso digestivo, pero no logra sacar ningún nutriente. Gasta energía, pero de retorno recibe cero. Esto puede tener efectos, en el largo plazo, en una especie para mantenerse en el planeta".
"Se han encontrado que los microplásticos ya están ingresando a muchos animales pequeños, que son alimentos de otros, que con eso, va pasando de un nivel de la cadena trófica a otro, lo que hace que se vaya acumulando en animales mayores", puntualiza Guerra.
Ante esto, los expertos aseguran que "estamos ante una situación que si no le ponemos remedio en unos cuantos años más, esto puede ser una tremenda catástrofe mundial", aseguró el académico de la casa de estudios de Antofagasta.
Algo que Cristóbal Galván avala, añadiendo que "la limpieza puede ser una ayuda, pero lo más fácil [para evitar estos problemas] es dejar de producir, porque puedes limpiar el 10%, pero se está produciendo mucho más". Lo que no necesariamente significa dejar de utilizar plástico, sino reutilizar el material ya existente en el planeta.