En junio se firmó un convenio de colaboración entre Sinovac Biotech y dos instituciones chilenas: la Pontificia Universidad Católica y el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI).
El acuerdo consiste en probar, evaluar y validar esta nueva vacuna del laboratorio chino, la cual inocula el SARS-CoV-2 y se encuentra en Fase 3. Está hecha con partículas muertas del virus que no producen la enfermedad, pero sí permiten generar una respuesta inmune.
Los protocolos y aspectos técnicos están actualmente en evaluación y definición. Actualmente están siendo evaluados y aprobados por la entidad regulatoria nacional.
Posterior a ello, se seleccionarán entre 3.000 y 5.000 voluntarios. Todos mayores de 18 años y menores de 60, que trabajen en recintos hospitalarios.
El grupo total de voluntarios será dividido en tres conjuntos y cada uno participará en coordinación con distintas instituciones, lideradas por la PUC y el BNI.
El estudio clínico considera criterios de inclusión y de exclusión de participación, con el fin de resguardar la seguridad de los voluntarios. Aún se trabaja en ellos,pero meritará que los voluntarios no hayan cursado una infección por SARS-CoV-2.
Un comité integrado por los ministerios de Ciencias, Salud y Relaciones Exteriores supervisará los ensayos clínicos.
La convocatoria para que los voluntarios se inscriban en el proceso iniciará durante este mes.
El ensayo no considera una remuneración para ninguno de los voluntarios.
Antes de aceptar su participación, el voluntario debe informarse sobre el estudio a través de un consentimiento informado. En caso de arrepentirse, puede dejar de participar del estudio en cualquier momento.
El ensayo partirá en septiembre. Lo primero que se realizará serán muestras de sangre y un chequeo general.
Posterior a ello se le inyectará una dosis de la vacuna a un grupo de personas y a otro una placebo compuesta por una solución salina.
Se realizará un seguimiento para detectar efectos secundarios. Este proceso se extenderá por un año en un esquema definido de visitas, y de forma paralela a través de contactos telefónicos.
La vacuna no estaría completamente lista hasta mayo o junio de 2021. Habiendo terminado este proceso, el acuerdo implica un suministro preferente de vacunas, garantizando hasta 10 millones de dosis a Chile durante el primer año.