El Desierto de Atacama, denominado como el "más seco del mundo", nuevamente logró que una especie de su hábitat fuera valorada como
embajadora de la fauna chilena, en el concurso organizado por el Instituto Jane Goodall Chile. Se trata de la
Vaquita de Paposo, o más bien, Gyriosomus angustus, que es un coleóptero endémico anfofagastino, único en el mundo que vive en un área de 14 kilómetros cuadrados.
El académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Roberto Villablanca, detalló a El Mercurio de Antofagasta que el año 2020 la embajadora de la fauna chilena fue la ranita del Loa. "Para el 2022 fue escogida la Vaquita de Paposo. Qué tienen en común estas dos especies. Si bien pertenecen a grupos taxonómicos muy diferentes, la primera es un anfibio y la segunda es un insecto, ambas son especies altamente amenazadas por la fauna local, con alto peligro de extinción".
"Además, las dos presentan distribuciones muy restringidas, con un endemismo muy marcado, en áreas geográficas muy acotadas de nuestro Desierto de Atacama, en la Región de Antofagasta", agregó Villablanca.
En tanto, el experto señaló que la importancia de que la vaquita haya sido escogida como embajadora de la fauna chilena, permite varias cosas: primero, "poner en valor parte de nuestro patrimonio natural del desierto costero de Paposo, en la comuna de Taltal". "Segundo, poner en valor grupos taxonómicos menos reconocidos como los artrópodos terrestres".
Tercero, "poner en la agenda pública la necesidad de conservar el hábitat de la vaquita, un territorio que no cuenta con áreas protegidas y que alberga una biodiversidad de importancia mundial, en particular en las formaciones de lomas", sostuvo el académico de la Universidad del Norte.
En ese sentido, Villablanca aclaró que, actualmente, la zona donde se encuentra el insecto pertenece a privados, por consiguiente y con el propósito de certificar un mayor resguardo, reiteró la necesidad de declarar a estos lugares como zonas de protección.
En peligro de extinción
Respecto al rescate y valoración de la Vaquita de Paposo, cuyo nombre proviene de su color blanco y negro, el profesor Roberto Villablanca, valoró el trabajo desarrollado por el entomólogo de zonas áridas, Jaime Pizarro, el laboratorio de Entomología Ecológica de la Universidad de La Serena, quien propuso la especie de Comité de Clasificación del Ministerio de Medio ambiente.
Por ello, Jaime Pizarro, quien valoró el reconocimiento de la vaquita, sostuvo que la especie fue categorizada en "peligro" dado que su extensión de presencia es menor a 5.000 kilómetros cuadrados, se reconoce en menos de cinco puntos, siendo endémica de Paposo, su área de ocupación ha sido perturbada y transformada por pastoreo de ganado caprino, extracción de leña y herbívoros, y que el área de ocupación es menor a 500 kilómetros cuadrados.
Agregando que la especie se ha observado caminando durante el día en sectores pedregosos y en algunos sectores de planicies costeras, alimentándose de pétalos y hojas de diversos tipos de plantas del sector. "Por carecer de alas metatorácicas, la especie presenta una baja vagilidad -es decir, bajo desplazamiento-".
Así, "teniendo a permanecer ocultos y protegidos sobre las partes aéreas de la vegetación, debajo de hojarasca o de rocas, además de ser parte de la dieta de zorros y reptiles del sector", precisó Jaime Pizarro.
Por su parte, Roberto Villablanca, indicó que Paposo es un tesoro natural, "una isla biogeográfica inmerso en el desierto más árido del planeta, y que merece ser conservada y protegida como legado a las generaciones futuras. La Vaquita de Paposo, y una enorme cantidad de otros animales, son parte de nuestro patrimonio".
"En ese contexto, (...) que haya sido considerada como embajadora de la fauna chilena, nos llena de orgullo, y propone desafíos a la región para no perder este emblemático artrópodo", concluyó el académico Villablanca.