Estos molestos sonidos nocturnos producidos por la vibración de los tejidos blandos, a veces esconden una patología más profunda que no manifiesta síntomas agudos y por lo tanto, no reciben tratamiento.
Los ronquidos pueden llegar a producir tres grandes problemas que tienen repercusión en la salud física y psíquica de las personas: el ruido, puede llegar a los 70 a 90 decibeles, equivalentes a un reloj despertador; microdespertares que impiden alcanzar un sueño profundo y reparador, y por último la suspensión momentánea de la respiración por más de 10 segundos hasta 60 segundos (apnea), con la consiguiente disminución de la concentración de oxigeno en la sangre.
Las principales manifestaciones son decaimiento diurno con sueño permanente, y pueden originar por ejemplo, que las personas que lo padecen, durante una película no pueden mantenerse despiertos o presenten altos índices de accidentes de tráfico por quedarse dormidos. Además generan problemas de concentración y memoria, lo que causa problemas laborales y se asocia a cuadros de depresión. En el aspecto físico, generan o agravan la hipertensión arterial y hasta pueden generar impotencia.
Los niños tampoco están ajenos a este problema. Usualmente, los ronquidos infantiles están causados por amigdalas y adenoides grandes o alergias que impiden el adecuado paso del aire. La falta de un sueño reparador, se confunde con déficit atencional y muchas veces reciben tratamiento para éste, siendo que no es el origen de la afección. Se manifiestan asociaciones entre ronquidos y apneas de sueño infantiles, con la enuresis (cuando se orinan durante el sueño). Y con inquietud o intranquilidad corporal.
En el tratamiento de los ronquidos y apneas nocturnas es importante diagnosticar cuál es la causa y el sitio donde se produce la obstrucción que genera el ruido. Las causas más comunes son obstrucciones a nivel de faringe a la altura de la nariz o boca, debido a una campanilla o úvula grande o también por los huesos maxilares en una posición posterior.
Hay muchas otras causas que producen ronquidos. La solución debe ser dada por un equipo multidisciplinario, donde a veces el que administra el tratamiento es el Otorrino, por otro lado cuando el nivel de apnea es grave, son los Broncopulmonares quienes tratan el problema con máquinas de presión de aire llamadas Cpap. Si la causa es la posición de los huesos de la cara, son los cirujanos dentistas maxilofaciales los que pueden dar una solución más radical, avanzando estos huesos y dando así mayor espacio en la faringe. Si los síntomas no son tan severos, el avance mandibular con un dispositivo bucal de uso nocturno, puede disminuir bastante los problemas.
Desde este punto de vista, la Asociación Americana de Trastornos de Sueño, ha aprobado estos aparatos como un posible tratamiento en caso de apneas y ronquidos moderados-leves, sin embargo, estos deben ser diagnosticados previamente en su severidad y causa, ya que no se saca nada con avanzar la mandíbula durante la noche si la causa, por ejemplo, es por obstrucción nasal.
