Carolina Eterovic y Francisca Valdés se conocieron mientras estudiaban gestión de empresas en la Universidad Católica. Un encuentro clave, por cuanto no sólo se consolidó una buena amistad, sino que también una organización, el
Club de Mujeres Empresarias, que ya suma 3 mil socias.
Ambas llegaron esta semana hasta las oficinas de Ernesto Silva, rector de la Universidad del Desarrollo, para firmar un convenio mediante el cual se desarrollará el primer "Centro de Estudios Empresariales para la Mujer", que se abocará a recopilar información y hacer investigaciones sobre la forma en que las féminas se insertan en el mundo de los negocios.
Un paso más para potenciar la organización, que se define como un lugar de acogida para mujeres que quieren cambiar sus vidas a través de la vida empresarial, pero que no saben cómo.
"Además que ir a la CPC o a la Sofofa era como muy lejano para ellas", explicó Francisca Valdés. "Entonces ahí aparecimos nosotras para llenar un nicho que estaba insatisfecho", agregó.
Por 3 UF al año, las integrantes gozan de un servicio de asesorías que pasa por aspectos legales, publicitarios, de comercio exterior, de capacitación, financiamiento, comunicaciones, entre otros. "Ahora si se requiere de un servicio más específico deben pagar los honorarios de los profesionales", subrayó.
-¿Cuál es el perfil de las personas que participan?
Carolina Eterovic: Se trata de gente de entre 25 a 55 años, aunque hay más de entre 35 y 40 años, toda gente muy joven. Son, en general del grupo socioeconómico ABC1, profesionales en su mayoría, más o menos preparadas, pero no muchas tienen formación en el área de los negocios. Por ejemplo, estudiaron párvulos, hicieron un buen negocio, les fue bien, pero la parte de administración no la tienen muy clara. Estamos hablando de Pyme ABC1.
-¿Es la gente que se aburrió de estar en la casa y quiere hacer algo distinto?
Francisca Valdés: Es gente súper emprendedora y que quiere formar una empresa por diversas razones, por independencia, realización personal, generar ingresos, hay distintas necesidades y razones.
-¿Y cuáles son las características que han detectado entre sus socias?
Francisca Valdés: Son emprendedoras, tienen ganas de hacer algo, de golpear puertas, de preguntar. Las mujeres son súper reflexivas o busquillas, no tienen susto de preguntar o mostrarse ignorantes frente a los temas, lo que es una característica súper femenina. Además tienen mucho sentido de pertenencia. Les encanta pertenecer a una organización, sentirse respaldadas y con fuerza. Aquí tienen una red de contactos, de servicios y además tienen una voz que las representa.
Eso por que también se constituyeron como asociación gremial, por cuanto consideran que las actuales organizaciones de empresarios tienen un perfil más bien masculino. "Uno va a Icare o a la Sofofa y son puros hombres", dijo Valdés.
"Pero que quede algo claro: No somos para nada femenistas. Este modelo sirve para hombres y mujeres. De hecho nos han llamado algunos hombres. La verdad, no sabemos qué pasará en el futuro".
