Andrés nació el 11 de junio de 1974, es decir, tiene justo treinta años y conoce perfectamente la problemática de esta edad. Asume que la teleserie del canal 7 toca muchos de los temas que le suceden a quienes acaban de dejar “los veintes”.
-¿Qué tienen los treinta (años) de especial?
“Los treinta años combinan una dosis de juventud bien grande, con otra de madurez y de responsabilidad, tanto en el rol que cumplimos en la sociedad como en el mundo. Es como un icono: uno llega a los treinta años y debe tener claro a qué se debe dedicar, en qué se va a ganar la vida, dónde va a vivir; todas cosas básicas de un adulto. Requisitos combinados con una dosis de juventud que aliviana todo esto y lo hace muy entretenido, le pone color, y eso me parece muy atractivo.
“De hecho estoy muy feliz con la edad que estoy viviendo, porque es la combinación perfecta donde yo quiero vivir, la edad de morirse de la risa así no más, de pensar que no hay tiempo, que también ayuda; pero con esta cuota de seriedad y de responsabilidad que hace que uno se programe; que todo sea hecho con un poquito más de cálculo y proyección, de tal forma, que lo que uno construye empieza a ser más grande. Ya no quiero construir lo primero que salga, como los tres chanchitos, sino que quiero algo que dure más y que me dé más satisfacción y a mí eso me parece súper entretenido”.
-¿Por eso el canal está haciendo “Los Treinta”?
“Me parece bien que TVN se haya metido en este tema, en esta edad que combina esa cosa responsable e irresponsable a la vez de los treinta años, o sea, tu puedes ver a “gallos carretiando” porque todos están en una edad de “carretear” y “curarse” hasta quedar botados.”
-¿Y eso no será porque no estarán despegándose de los veinte?
“Sí, es que evidentemente queda algo de esa edad, pero creo que el treintón, digamos, cuando se cura, por ejemplo, la resaca es más fuerte, o sea, una de cada dos semanas y….
Entonces, claro, está la posibilidad de mandarse un carrete firme, aparte que lo paga uno en el departamento de uno; todas esas cosas son distintas…”
-¿Y la responsabilidad?
“Hay gente que la tiene mal dosificada, predomina la irresponsabilidad. Esa ecualización es la que entrega una enorme posibilidad de conflicto y hace que sea más entretenido”.
-Hay una mujer soltera que es uno de los prototipo de los treinta ahora, o sea, hay millones de mujeres exitosas, llenas de plata, pero solas como nadie.
“Exacto, si poh, eso también es un conflicto. Estamos en la época en que la mujer rompió sus cadenas y dijo: ¡ahora yo puedo hacer lo que yo quiera!; sin embargo, nos encontramos con solteras con o sin hijos que están solas. Muy engolosinadas con esto de desarrollarse y crecer como individuos; les gusta mucho el poder y son ambiciosas y todo eso, pero creo que también llega un momento que estamos, bueno, en esta era de la mujer tan independiente y la mujer sola que ya es menos mal visto por la sociedad. Antes lo era así que ellas se contenían, pero ya que está todo dado también la mujer va empezar a encontrar su madurez, sola, y yo creo que eso es un poco doloroso, porque a todos nos gusta también tener alguien por ahí, y pasan los años y … ¡Hay que cosechar!”
-¿Es complejo que tu ex pareja sea tu mujer alcohólica en la teleserie?
“No, tengo una relación especial con la Sigrid porque la veo siempre, desde 10 años atrás, pero en este momento ella es una compañera de trabajo, con quien tengo mucha confianza, nos conocemos muy bien y hay un respeto muy fuerte, tenemos un compromiso que se prolonga con un hijo; todo eso ayuda bastante, todo es súper fluido.
“En términos mediáticos, tampoco, porque soy de bien bajo perfil, no tengo mucha atracción hacia los medios y, por lo general, tampoco me buscan y eso me agrada muchísimo. En cambio, a la Sigrid le encanta todo eso y aparece mucho, entonces cuando me nombran a mí en relación a ella, su nombre suena más, así que me mantengo… detrasito”.
-Se deduce que ustedes tienen una buena relación.
“Sí. No somos amigos que nos juntemos todo el tiempo, que nos guste salir juntos, pero se da por la organización familiar, por los cumpleaños y tratamos que esos eventos sean lo más gratos y acordes a nuestra forma de ser. Cero formalidad y todas esas cosas, la relación la tomamos con mucha andina, mucha”.
-Dejaron de ser pareja, pero no padres de Alonso.
“El período de separación fue súper duro, como en todas las parejas; hubo que aclarar muchas cosas, pero eso duró, a lo más, dos años. Después todo tomó un color muy pacífico y buscando el bienestar de Alonso”.
