Aunque los datos van más de un año y medio desfasados son importantes y no se deben dejar a un lado.
Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2003, las mujeres han aumentado su tasa de participción en la jefatura de hogar los últimos años, llegando al 26,3% y también han dado pasos significativos en su ingreso al mundo laboral.
La cifra de jefaturas de hogar, comparada con la encuesta Casen de 1990, revela un crecimiento de más de 6 puntos, ya que en el primer año de gobierno de Aylwin las jefas de hogar sólo alcanzaban el 20%. Y el crecimiento es más de tres puntos respecto a la anterior encuesta de 2000 (23,1%).
También asegura que la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha acortado. Si en el ´90 ésta era de $ 33.000, el 2003 es de $ 28.000, o sea, mientras los hombres ganan $292 mil, las mujeres por el mismo cargo sacan $ 264 mil.
Los resultados de este sondeo nacional aplicado en todos los estratos socioeconómicos con selección de muestra fue dado a conocer por las ministras de Mideplan, Yasna Provoste, y del Sernam, Cecilia Pérez, quienes aseguraron que esto demuestra que las chilenas cada vez están más capacitadas para asumir estos desafíos. De hecho, han avanzado en escolaridad.
El estudio es significativo al graficar las diferencias que persisten en el acceso a oportunidades y contradictorio con la realidad que señala que en Chile hay aún más población femenina; el índice de masculinidad es de 97,1 hombres por cada 100 mujeres.
Los datos gubernamentales no son muy alentadores en algunas áreas netamente femeninas como que la cobertura del Papanicolau ha caido en los últimos años de un 53,1% en 2000 a un 51,4% el 2003.
También se registra un retroceso en la cobertura de la salud privada ya que en el 2000 sólo un 69,1% estaba en Fonasa y hoy lo está un 74,5%, mientras que de un 19,2% de mujeres que el 2000 estaba en las isapres, cayó a un 15,7%.
En los demás índices conocidos si hay importantes avances para las mujeres chilenas, aunque siempre su avance es más lento que el de los hombres. El nivel de escolaridad subió de 8,9 años a un 10 años entre 1990 y 2003; el acceso a un computador subió de un 36,5% a un 44,9% en igual período y la participación femenina dentro de la población económicamente activa pasó de un 32,4% a un 42%.
Este último dato es significativo porque mientras el grupo de mujeres económicamente activa creció casi 10 puntos, el de los hombres bajó 0,5 puntos, aunque siguen siendo un 73,1% de los trabajadores chilenos.
El estudio, sin embargo, se conoció simultáneamente con otro dado a conocer por el Foro Económico Mundial que instaló a Chile dentro de las naciones que más discriminan a las mujeres en sus accesos a oportunidades laborales, salud y participación política, entre otros. De los 58 países estudiados, Chile quedó en el lugar 48 por debajo de Perú (47), Colombia (30), Uruguay (32) y Argentina (35).
